El hidrógeno, la última frontera de los fondos renovables

Manuel Moreno Capa

Manuel Moreno Capa (Director de GESTORES) | Las energías renovables son una temática de éxito en los fondos de inversión y no pueden faltar en una cartera bien diversificada. Además, en el sector surgen con fuerza nuevas alternativas, como la del hidrógeno, la última frontera de los fondos en renovables.

La lucha contra la emergencia climática, con las masivas inversiones previstas desde la Unión Europea, unida a la pujanza de los criterios ASG (ambientales, sociales y de buen gobierno), son los combustibles básicos que impulsan a los fondos centrados en energías renovables. Un sector que tratamos detalladamente en el número cinco de la revista GESTORES (abril de 2021). Además de analizar las grandes compañías de renovables cotizadas y los más de sesenta fondos especializados en este ámbito comercializados en nuestro mercado, ya abríamos una destacada ventana a esta última frontera de las energías limpias: el hidrógeno, particularmente el llamado hidrógeno verde, obtenido a partir de electrolisis o de gases biológicos.

El problema del hidrógeno verde, el más interesante desde el punto de vista medioambiental, es que su proceso de producción es muy costoso: hace falta energía eléctrica, que obviamente debe proceder de fuentes renovables, para extraer hidrógeno del agua. Pero las ventajas del hidrógeno son muchas: sirve para motores de combustión, pero también puede suministrar energía a una pila de combustible, por lo que su uso en automóviles y en otros medios de transporte tiene gran potencial. Además, es fácilmente almacenable y aplicable a todo tipo de usos tanto domésticos (calefacción, por ejemplo) como industriales.

Ya es posible adquirir automóviles movidos por hidrógeno, absolutamente limpios (aunque aún falta una suficiente red de suministro en estaciones de servicio). También está muy avanzado el desarrollo para su uso en aeronáutica, con el objetivo de que veamos pronto a gigantes del cielo volar impulsados exclusivamente por hidrógeno que reduzcan a cero el impacto contaminante de un sector hasta ahora tan “humeante” como el aeronáutico. La compañía española CAF, a través de su filial polaca Solaris, vende autobuses de hidrógeno a diversas capitales de Europa, mientras que Talgo y la propia CAF compiten para poner en marcha el primer tren español impulsado por hidrógeno.

El objetivo de la Unión Europea es que el hidrógeno suponga el 14 por ciento del reparto energético europeo en el año 2030, frente a sólo el 2% en la actualidad, para lo que se calcula que será precisa una inversión público-privada muy intensa y que podría acercarse a los 470.000 millones de euros si extendemos el periodo de cálculo hasta 2050. La gestora Amundi, que precisamente acaba de lanzar un fondo de inversión especializado en hidrógeno, estima que en ese mismo 2050 el hidrógeno supondrá ya el 17% de la demanda energética global y contribuirá a reducir en un tercio la emisión de gases de efecto invernadero.

Una prueba de las masivas inversiones en marcha para impulsar al hidrógeno la vimos a mediados de diciembre, cuando el Gobierno de España aprobó un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) para el desarrollo del hidrógeno verde, tecnologías vinculadas a energías renovables y su almacenamiento. Este plan supone 6.900 millones de euros aportados por el Gobierno –básicamente procedentes de las ayudas europeas– y también por las Comunidades Autónomas, a los que se sumarían otros 9.500 millones procedentes de empresas privadas.

Cuando, en abril de 2021, en la revista GESTORES analizamos el potencial de esta nueva fuente de energía, en el mercado español sólo se comercializaba un fondo especializado en hidrógeno, en concreto el Renta 4 Megatendencias Ariema Hidrógeno. Ahora hay alguno más, de gestoras como Ibercaja Gestión, o como el CPR Invest- Hydrogen, lanzado en diciembre por CPR AM, filial de Amundi. Y seguro que nuevas entidades apostarán por esta temática en los próximos meses, así que crecerán las opciones para el inversor que también quiera propulsar con hidrógeno verde cualquier cartera ya atenta a las energías renovables.