Annalisa Piazza (MFS Investment Management) | La reunión del Consejo de Gobierno del BCE del jueves se prevé «animada», con los participantes del mercado centrados principalmente en dos decisiones importantes que podrían provocar cierta volatilidad en los bonos gubernamentales europeos. En primer lugar, esperamos que el BCE haga un anuncio sobre el programa de compras de emergencia para la pandemia (PEPP) para el cuarto trimestre, calculando el ritmo actual para asegurarse de que sea coherente con el panorama macro y el estado de las condiciones de financiación. En segundo lugar, las proyecciones actualizadas del BCE para el crecimiento y la inflación arrojarán más luz sobre cómo los reguladores políticos están considerando los riesgos a mediano plazo (especialmente para la inflación) después del reciente aumento en los precios y los indicios de que la demanda global podría haber alcanzado su punto máximo (con la expansión del Delta variante y moderación en China).
En cuanto al futuro del PEPP, esperamos que el BCE anuncie un modesto ajuste para el cuarto trimestre (60.000-65.000 millones de euros de los 80.000 millones actuales). A pesar del menor ritmo de compra, creemos que Lagarde se esforzará por mantener una postura dovish, destacando que la recalibración no representa un movimiento de reducción, sino simplemente un reajuste a la evolución económica y a las recientes tendencias de las condiciones de financiación (extremadamente acomodaticias).
Al observar las proyecciones actualizadas del BCE, anticipamos una ligera revisión al alza tanto del PIB como de la inflación para 2021 y, dados los efectos positivos, también para 2022. La inflación ha sorprendido al alza en los últimos meses y la tasa de inflación anual de agosto alcanzó el 3%, muy por encima del objetivo del BCE. Esperamos que el BCE reconozca el movimiento alcista, pero mantenga la idea de que los factores temporales que se corregirán a partir de principios de 2022 y el escaso crecimiento salarial suponen riesgos limitados para la inflación a medio plazo. Dicho esto, descartamos que las cifras del Índice Armonizado de Precios al Consumidor (HICP, por sus siglas en inglés) y de la inflación se revisen considerablemente al alza, lo que demuestra que el BCE no está dispuesto a alejarse de su tendencia moderada a corto plazo. En definitiva, esperamos que el BCE mantenga su evaluación de riesgo ampliamente equilibrada tanto para el crecimiento como para la inflación.
Desde el punto de vista del mercado, es probable que la tendencia todavía dovish de la próxima reunión del BCE mantenga el extremo corto de las curvas de los EGB anclado en los niveles actuales. Por ahora, sospechamos que el BCE (al igual que otros Bancos Centrales como la Fed) preferirá mantener una postura extremadamente acomodaticia con respecto a la trayectoria de posibles subidas de tipos de interés. Se espera que el debate sobre el futuro del QE (es decir, el grado de flexibilidad que se dará al programa APP) se produzca más adelante.