Estamos mucho más cerca del fin del ciclo de subidas de tipos de interés

Jeremy Cunningham (Capital Group) | La renta fija global repuntó durante el primer trimestre del año, ya que las expectativas sobre los niveles finales de tipos se revisaron a la baja ante las tensiones que se vivieron en el sector bancario estadounidense y europeo. En nuestra opinión, estamos mucho más cerca que antes del fin del ciclo de subidas de tipos de interés, ante el riesgo de que se produzca una fuerte ralentización de la economía mundial en la segunda mitadde 2023.

Seguimos siendo prudentes en nuestras perspectivas. El rápido aumento que han registrado los tipos de interés en los últimos doce meses podría afectar próximamente a la economía mundial, ya que las subidas de tipos suelen tener un efecto retardado de diez a doce meses. El probable que los problemas del sector bancario estadounidense provoquen el endurecimiento de las condiciones de crédito, lo que podría tener efectos desinflacionistas, afectando al consumo y a la confianza empresarial y ralentizando la economía. En Europa esperamos unos efectos similares.

Esta tendencia desinflacionista y la vulnerabilidad ante periodos potenciales de inestabilidad financiera podrían llevar a los bancos centrales a ralentizar o incluso a interrumpir las subidas de tipos de interés.

Las recientes declaraciones de los principales bancos centrales refuerzan esta opinión, ya que se ha anunciado un posible cambio de tendencia hacia una política monetaria más dependiente de los datos.

Vemos margen para una reducción de la inversión de la curva, a pesar del reciente repunte de los tipos y el aumento relativo de la pendiente de las curvas de tipos globales en el último trimestre; aunque muchas curvas de tipos siguieron estando invertidas. Por lo tanto, continuamos favoreciendo las posiciones orientadas al aumento de la pendiente de la curva. En los mercados de divisas, ha aumentado la incertidumbre en torno a las perspectivas de dólar estadounidense. Aunque la divisa podría verse afectada por la reducción de las expectativas de futuras subidas de tipos en Estados Unidos y el debilitamiento de la economía del país, ello podría equilibrarse con un diferencial positivo de los tipos reales y por la posibilidad de aumento de la inestabilidad financiera. Por lo tanto, a corto plazo vemos argumentos tanto para un fortalecimiento como para un debilitamiento del dólar. Somos optimistas en lo que respecta a las perspectivas del yen japonés.