Estanflación a la vista

Natalia_Aguirre

Natalia Aguirre (Renta 4) | La inflación se mantiene como la principal preocupación de los inversores. Mientras en Estados Unidos se va apreciando un techo en la tasa general, se mantiene la presión sobre la subyacente. Por lo que respecta a Europa, la preocupación es mayor, siendo más complicado establecer un techo y un ritmo de caídas sostenible dado el shock energético al que se está viendo sometida la economía europea ante el freno a los suministros rusos. Un shock energético que podría persistir durante más tiempo del inicialmente esperado, sin prever una vuelta de la inflación a sus niveles objetivo hasta 2024.

En este contexto los bancos centrales siguen priorizando el control de la inflación, y acumulan ya subidas de 300 pb en el caso de la Fed y de 125 pb en el BCE.  En la medida en que la inflación sigue muy por encima del objetivo, esperamos que continúen las subidas de tipos en los próximos meses, aunque situamos el nivel de llegada en 2023 por debajo de las previsiones del mercado, en el caso de los Fed Funds americanos en niveles de 4-4,5% frente al mercado que espera un 5% y en el caso europeo, un tipo de depósito del 2,5% frente a unas previsiones de mercado del 3%. 

El endurecimiento monetario será por tanto mayor en Estados Unidos que en Europa, donde la ventana de oportunidad de subir tipos se va cerrando con economías como la alemana a las puertas de la recesión. Asimismo, no descartamos que de cara al futuro se pueda producir un freno en la reducción de balance de los bancos centrales, siendo lo sucedido en Reino Unido un aviso a navegantes que sugiere que podrían convivir subidas de tipos para controlar la inflación con compras de deuda para mantener la estabilidad financiera.

En términos de crecimiento económico, ya tenemos a varios organismos internacionales (FMI, OCDE) apuntando a un crecimiento muy débil para 2023, por debajo del 1% en casi todas las economías desarrolladas y con recesión técnica en varios países, destacando el caso de Alemania. En este sentido, cabe destacar a Europa como la gran perjudicada de la situación actual en contraposición con Estados Unidos.

Ahora queda por determinar cómo de intensa y duradera será la recesión. Aun cuando sea moderada, consideramos que deberíamos cierto ajuste de BPAs, donde apenas hemos visto aún revisiones a la baja más coherentes con el escenario actual y previsto de deterioro macroeconómico. 

Y es por ello por lo que, a pesar de que las valoraciones han corregido significativamente y presentan descuento frente a sus medias históricas, especialmente en el caso de Europa, es aún pronto para hablar de suelo. Un suelo consistente en las bolsas se encontrará cuando la inflación toque techo e inicie una caída sostenida, permitiendo a los bancos centrales pivotar hacia un sesgo más dovishfavoreciendo a su vez una menor presión sobre el crecimiento y los resultados empresariales.