Fusión de fondos sin sustos para el inversor

Manuel Moreno Capa

Manuel Moreno Capa (Director de GESTORES) | Acaba de nacer legalmente (ya existía por matrimonio previo) una gestora de fondos que cuenta con unos activos bajo gestión y asesoramiento de 74.767 millones de euros, lo que supone que es el líder del mercado nacional, con una cuota del 25%. A la vista de estas cifras, es muy probable que uno de cada cuatro lectores de esta columna tenga fondos en CaixaBank y Bankia, que el viernes 16 de julio integraron sus fondos en el registro de la CNMV y bajo la marca CaixaBank AM.

¿Qué deben hacer los inversores en fondos “afectados” por esta fusión? De momento, nada. La integración de los fondos de ambas entidades era el paso lógico tras la fusión de CaixaBank y Bankia materializada legalmente en marzo. De hecho, el inversor en fondos notará poco los efectos de la integración de los productos de ambas entidades. De entrada, recibirá los correspondientes comunicados de ambas marcas (ahora unificadas bajo la marca de la dominante, es decir, CaixaBank), que irán materializando la fusión de sus fondos paso a paso: en primer lugar, la gran gestora resultante ha solicitado a la CNMV el cambio de las denominaciones de los fondos de inversión procedentes de Bankia, para que quede claro que ahora son de CaixaBank y, por tanto, ostentan su nombre.

Pero los fondos de inversión que se integran en la gestora CaixaBank AM mantendrán su vocación inversora y su política de inversión, lo cual tiene toda su lógica: no es adecuado que los gestores se pongan a hacer cambios acelerados en pleno proceso de integración jurídica y formal. Puede ocurrir, por tanto, que haya fondos duplicados, es decir, que hacían prácticamente lo mismo bajo cada una de sus marcas previas a la fusión, pero que seguirán haciéndolo todavía durante algunos meses, ya que la racionalización de la gama de productos de CaixaBank AM no se abordará hasta el año que viene.

De momento, todos los fondos antes de Bankia incorporan la referencia CaixaBank a su nombre. Por un periodo transitorio y sólo para nueve fondos de Bankia cuya denominación era igual o  similar a la de productos de CaixaBank, su nuevo nombre pasará a ser “CaixaBank Bankia”, para que sean más fáciles de identificar por los partícipes. Pero, en cualquier caso, mantendrán su vocación inversora y su política de inversión. Por ello, los partícipes no necesitan hacer gestión alguna con su gestor o en su oficina.

Habrá que esperar a 2022, cuando la integración de los sistemas tecnológicos dé paso a la racionalización de la gama de productos de CaixaBank AM. Y en ese momento, tal y como exige la normativa de la inversión colectiva, la gestora deberá informar debidamente a los partícipes de todos los cambios realizados en la gama de fondos, producto a producto. Y será entonces cuando el inversor comience a ver las consecuencias. Posiblemente cambiarán algunas características de los productos, como, por ejemplo, su estilo de inversión, sus comisiones… Si alguno de esos cambios no le gustan al partícipe, la entidad está legalmente obligada a darle la posibilidad de reembolsar sus  participaciones y sin penalización alguna. Si el fondo acumula plusvalías y usted no necesita liquidez, será mejor que no reembolse, sino que traspase el dinero a otro fondo, no necesariamente de la misma entidad.

La gestora de CaixaBank ya ofrece la posibilidad de invertir en fondos de otras gestoras, sobre todo en una amplia gama de entidades internacionales, por lo que seguro que el inversor a quien no le gusten las condiciones de su fondo, “integrado” o “reconvertido”, tendrá suficiente donde elegir. Y si, pese a ello, sigue sin encontrar ahí el producto que le gusta, siempre puede traspasar el dinero a cualquier otra gestora nacional o internacional, mediante la orden correspondiente a la gestora de destino, que se encargará de todos los trámites con la gestora de origen.

Lo más lógico será que los profesionales de CaixaBank AM se esfuercen por retener a sus partícipes. Y la vía para conseguirlo es el asesoramiento. De hecho, los activos de la entidad en el servicio de gestión de carteras suman, tras la fusión de las gestoras de CaixaBank y Bankia, 38.451 millones de euros. Algo lógico si se tiene en cuenta que el asesoramiento es cada vez más importante para que el inversor se oriente en un mercado de fondos de creciente complejidad. Pero si reciben ese asesoramiento, nunca olviden exigirle que le ofrezcan productos no sólo “de la casa”, sino también de otras entidades. En la variedad está el gusto… y también las posibilidades de que grandes gestoras no se dediquen sólo al monocultivo, sino también a enriquecer su oferta con fondos de otras que sean adecuados para los distintos perfiles de los clientes.