La Eurozona evitó una recesión técnica en el cuarto trimestre del año

Martin Wolburg Generali Investments

Martin Wolburg (Generali Investments) | Es probable que la actividad en la eurozona mejore a partir de niveles bajos. Según la estimación preliminar, la producción se estancó en el cuarto trimestre. De este modo, la economía evitó por poco una recesión técnica. El crecimiento inesperadamente fuerte, especialmente en España (+0,6% intertrimestral) e Italia (+0,2% intertrimestral), compensó en parte el lastre de Alemania (-0,3% intertrimestral) y salvó a la eurozona de un segundo trimestre de contracción.

De cara al futuro, hay motivos para ser más optimistas sobre la actividad. Aunque todavía se mantienen en niveles muy bajos, los indicadores de confianza tienden al alza y los componentes prospectivos apuntan a nuevas mejoras. Con el cambio de ciclo de los inventarios, la solidez del mercado laboral y el retroceso de la inflación, la actividad volverá a crecer. Sin embargo, los efectos moderadores de la política fiscal y monetaria, así como el débil crecimiento estadounidense, dificultarán la recuperación, especialmente en la primera mitad del año. Con todo, prevemos una expansión del PIB del 0,6% en 2024, ligeramente por encima del consenso del 0,5%.

El BCE duda entre bajar los tipos en abril o junio

La inflación ha bajado constantemente desde su máximo hasta noviembre (hasta el 2,4% interanual), pero actualmente sufre un repunte temporal por efectos de base relacionados con la energía. A pesar de esta volatilidad, la inflación subyacente se ha moderado con sorprendente rapidez. Varios indicadores, como el IPP subyacente (-0,5% interanual en noviembre), sugieren que seguirá retrocediendo desde el 3,4% interanual de diciembre. Aunque el crecimiento de los salarios y los riesgos geopolíticos relacionados con los precios del petróleo siguen siendo comodines, hemos ajustado a la baja nuestra previsión de inflación anual para 2024 hasta el 2,4% (desde el 2,6%).

Las favorables perspectivas de inflación hicieron que el BCE sólo pensara ya en el inicio del ciclo de recortes. La reunión de enero mostró mucha menos preocupación por la inflación que antes. Los mercados percibieron al BCE como más moderado. Los comentarios de los miembros del Consejo de Gobierno sugieren que el debate se centra en un recorte en abril o junio. Mantenemos nuestra opinión de un primer recorte en junio, pero reconocemos que los riesgos de una actuación más temprana han aumentado claramente. Por otra parte, en caso de una evolución favorable de la inflación, podría haber recortes más pronunciados que los meros 25 puntos básicos.