J.P. Morgan | Los datos de inflación de Estados Unidos de octubre sorprendieron a la baja. Tanto la inflación general como la subyacente se situaron por debajo de las estimaciones de 7,7% a/a y 6,3% a/a respectivamente.

Si bien todavía hay áreas que vigilar como los gastos de la vivienda –que continúan aumentando– y los de la gasolina –que aumentaron un 20% m/m–, con posibles efectos colaterales como el del traslado a los precios de los alimentos, estos datos fueron una noticia positiva para los mercados, ya que proporcionan a la Reserva Federal (Fed) espacio para reducir el ritmo de sus subidas de tipos.

Si la inflación continúan moderándose, esperamos que la Reserva Federal continúe elevando los tipos hasta alrededor del 5%, aunque potencialmente luego haga una pausa para evaluar el efecto que su reciente y rápido endurecimiento de la política monetaria está teniendo en la economía.