Razones para tener cabeza fría ante el pánico geopolítico

Stanislas De Baillencourt

Stanislas de Bailliencourt (Sycomore AM/Generali Investments) | Tomados por sorpresa por la decisión de Macron de disolver el Parlamento francés y por las consiguientes alianzas de partidos, los mercados financieros europeos se han visto sacudidos desde el 10 de junio. Los más afectados por esta ola de pánico han sido los sectores cíclicos y los valores financieros. Sin embargo, en este entorno de gran incertidumbre, es importante que los inversores mantengan la cabeza fría.

La volatilidad -a la que nos habíamos desacostumbrado- ha vuelto con fuerza en los últimos días; estos episodios no son inusuales y pueden alcanzar niveles mucho más altos que los observados hoy.

El índice VIX, también conocido como el «medidor del miedo», indica que la volatilidad sigue contenida por el momento. Es cierto que puede que no se haya alcanzado el punto álgido. Lejos de provocar el pánico, creemos que este retorno de la volatilidad podría ofrecer puntos de entrada atractivos para los inversores.

Varias observaciones deberían evitar que los inversores entren en pánico en estos momentos. En primer lugar, a escala europea, la coalición saliente en el Parlamento, formada por tres grupos proeuropeos (PPE, socialdemócratas y liberales), ha mantenido su mayoría absoluta y es probable que gane los escaños clave en la Comisión Europea.

En segundo lugar, echando la vista atrás, Italia se encontraba en una situación similar a la que puede encontrarse Francia tras las elecciones del 7 de julio. Giorgia Meloni, dirigente del partido populista Fratelli d’Italia, asumió el cargo de primera ministra en octubre de 2022.

En materia económica, ha llevado una política de centro-derecha bastante coherente con la de su predecesor, Mario Draghi. El país se beneficia actualmente de los grandes planes de financiación respaldados por la Unión Europea.

En contra de todas las expectativas, y como muestra el siguiente gráfico, los diferenciales de crédito italianos sólo se ampliaron moderadamente, mientras que los valores financieros cotizados en la bolsa de Milán han obtenido en general mejores resultados desde la elección de Giorgia Meloni.

En Francia, el gasto público actual y futuro (infraestructuras, defensa, etc.) deja muy poco margen de maniobra al próximo Gobierno.

De hecho, la Comisión Europea anunció recientemente que había puesto en marcha un Procedimiento de Déficit Excesivo contra siete países miembros de la UE, entre ellos Francia. Para evitar una multa, estos países tendrán que reducir sus déficits de 14.000 a 20.000 millones de euros cada año.

Los mercados financieros también pueden ser muy buenos a la hora de ejercer una presión rápida sobre un gobierno. Liz Truss, primera ministra del Reino Unido durante apenas unas semanas, sufrió las consecuencias en 2022.

Su «fulgurante» mandato llegó a su fin cuando se vio obligada a dimitir tras presentar un controvertido presupuesto considerado «sin financiación».

Creemos que la ampliación de los diferenciales ofrece un punto de entrada, que recuerda a la experiencia italiana de 2018 o 2022, cuando los partidos de extrema derecha ganaron las elecciones.

El diferencial Francia-Alemania a 10 años, un excelente indicador de riesgo, sigue siendo bastante modesto y se debe principalmente a una «huida hacia la calidad» que hace retroceder a los bonos alemanes, más que a una venta masiva de bonos franceses. Por otra parte, los tipos de interés han subido mucho en lo que va de año, ofreciendo rendimientos atractivos.