El descenso en los precios en noviembre tiene lugar en las partidas más volátiles y por el efecto base

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Intermoney | En noviembre los precios en el conjunto de la zona euro caían más de lo esperado hasta el 10% a. frente al 10,6% de octubre gracias al retroceso en los precios de la energía y los servicios. La partida de energía sufría un notado descenso hasta el 34,9% a. desde el 41,5% a. de octubre. El descenso de las partidas de energía y servicios servían para compensar el efecto del aumento en los precios de los alimentos. La inflación subyacente se mantenía en el 5% a. sin cambios respecto al mes anterior y en línea con lo estimado.

En cambio, en Francia en lugar de caer, arrojaba signos de estabilización la inflación que se mantenía sin cambios y volvía a situarse en noviembre un 7,1% a. en términos armonizados. El efecto base y la caída en los precios de los alimentos frescos y la energía compensaba los ligeros aumentos de precio de los bienes y del resto de alimentos no frescos. En términos mensuales, moderaba la inflación al avanzar un 0,5% frente al 1,2% que arrojaba en de septiembre a octubre como consecuencia de los incrementos de precios de los combustibles como la gasolina y el diesel. La evolución a la baja de los carburantes coge más efecto teniendo en cuenta que la rebaja del precio por las autoridades pasaba de 0,30 €/litro a 0,15 a mediados de noviembre. Los precios de la energía pasaban a situarse en un 18,5% a. frente al 19,1% a. en octubre. Los niveles siguen siendo considerablemente inferiores al resto de economías europeas debido a la rápida actuación de las autoridades francesas para amortiguar los altos precios de la energía.

No es de extrañar que las partidas que más hayan descendido han sido las más volátiles, como los carburantes y el precio de la electricidad, continuando la tendencia de Alemania y España un día antes. También moderaba ligeramente los servicios debido a unos precios en ocio más bajos que los vistos en octubre y su periodo vacacional de otoño. La inflación subyacente en cambio se ha mantenido estable en el 4,1% a. De cara a 2023 es previsible que los niveles de inflación repunten a medida que finalizan los distintos subsidios y ayudas del gobierno para limitar los precios de la energía y se revisen los contratos, que tradicionalmente se produce esta revisión a principios de año. Una señal de esto la daban las empresas francesas que en noviembre volvieron a repuntar sus expectativas de mayores precios de venta.

También se mantenía estable los precios en Italia que sólo bajaba en una décima para situarse en un 12,5% a. Sin embargo, frenaba el avance en términos mensuales, que había sufrido un notado repunte en octubre. El descenso en el precio no regulado de la energía, alimentos frescos y transporte que compensaban las subidas de los alimentos procesados. Preocupante era el avance en la inflación subyacente que pasaba a situarse en 5,7% a., cuatro décimas más que en octubre.

Aunque sólo haya sido un mes de suavización, los datos de inflación alimentan el discurso de los miembros más favorables a un incremento de 50 p.b. en la reunión de diciembre mientras los mercados monetarios descontaban un incremento de alrededor de 57 p.b. en los tipos de interés a final de año. A pesar de las declaraciones de Lagarde invitando a rebajar la euforia, se antoja más probable que ya en la última reunión del año lleven a cabo un movimiento más suave de 50 p.b. Esto a pesar de la otra cara de la moneda, que reside en los niveles en los que se encuentra la inflación subyacente, que ya avisaba De Guindos que era “la señal a seguir” y que no ha arrojado cambios significativos, manteniéndose a nivel agregado en el 5,0% a.

El descenso en los precios en noviembre ha tenido lugar en las partidas más volátiles y ayudado por el efecto base. Será más interesante monitorizar los indicadores mensuales que eliminen este efecto.