Intermoney | El IPC británico se estancaba de agosto a septiembre, mientras la lectura interanual se mantenía
sin cambios en el +3,8% anual (frente al avance hasta el 4,0% pronostico por los analistas) gracias al paso atrás de los alimentos y de los servicios. De igual forma, el IPC subyacente se situaba por debajo de lo esperado, que retrocedía en una décima hasta el +3,5% anual. Desgranando el informe, los precios de los alimentos nos daban la mayor sorpresa a la baja. Había sido su repunte hasta el 5% el quebradero de cabeza reciente para el banco y el motivo por el que mostraran una posición aún más restrictiva. En cambio, en septiembre alimentos y bebidas no alcohólicas retrocedían hasta el +4,5%, medio punto por debajo del pronóstico del propio banco. Y no
hablamos sólo de efectos de base, puesto que en términos mensuales los precios cayeron un – 0,2%.
Respecto a la otra gran preocupación del banco, el IPC de los servicios mantuvo el nivel de crecimiento en el +4,7% a. pero se sitúa 0,3 p.p. por debajo de las previsiones del banco gracias a que mes a mes descendían en -0,3%. Además, los precios de los servicios básicos también mostraban una tendencia a la baja (desde 5,0% en agosto a 4,7% en septiembre) gracias al descenso en partidas como recreación y cultura y una presión menor de la restauración. En cambio, en otra dirección iban los precios de los combustibles, que cayeron de forma marginal
en comparación con su comportamiento en septiembre de 2024 (-0,2% m. frente -3,9%). Eso hacía que la categoría de transporte fuera la mayor contribuidora al alza (+0,19 p.p.) pero sin ser un motivo de preocupación, ya que son efectos de base desfavorables que también hemos venido observando en la Europa continental.
Merece la pena destacar que los inversores han reaccionado enérgicamente a pesar de que últimamente no habíamos visto a los datos de IPC y de empleo cambiar sustancialmente las expectativas del mercado en cuanto a recortes. Sin embargo, la reacción de estos al informe de precios de septiembre ha sido aumentar hasta el 70% la probabilidad de una bajada en diciembre, frente a solo el 22% de hace dos semanas. También vimos fuertes compras en los todos los tramos de los gilts, pero especialmente en los cortos, con el rendimiento del 2 años descendiendo en 9 p.b. hasta 3,757% mientras la libra retrocedía un 0,3% hasta 1,33 dólares.
Debe quedar claro que el Banco de Inglaterra se mantendrá inmóvil en su próximo encuentro, ya que querrá conocer los detalles del presupuesto del 26 de noviembre, pero de cara a diciembre la puerta permanecía entreabierta. Si bien parecía más probable una pausa hasta 2026, ahora la balanza se inclina por un último recorte, influido también por el gobernador Andrew Bailey señalando la debilidad del mercado laboral. Eso sí, el factor decisivo serán los detalles del presupuesto de otoño de finales de noviembre.



