La banca europea mantendrá su fortaleza: el gap de los AT1/CoCos se ha estrechado hasta mínimos históricos en el 4T25

Luca Evangelisti, gestor de inversiones y jefe de análisis de crédito, Renta fija de Jupiter AM

Luca Evangelisti (Jupiter AM) | El sector financiero europeo ha disfrutado de un 2025 muy positivo, con unos fundamentales sólidos que han alcanzado niveles máximos y unas valoraciones que reflejan estas mejoras tanto en las acciones como en la deuda.

En cuanto a los fundamentales de los bancos desde el punto de vista de la deuda, esperamos que su fortaleza continúe en 2026, favorecida también por unos tipos de interés más bajos (que respaldan la calidad de los activos) y un colchón de capital generalmente amplio en un entorno caracterizado por una generación de beneficios que ha mejorado sustancialmente en todo el sector. En este contexto, los bancos de la UE están muy bien situados para afrontar el riesgo de una posible ralentización de la economía y el consiguiente aumento potencial de la morosidad desde los niveles históricamente bajos actuales. Aunque unos pocos bancos pequeños y menos diversificados podrían estar más expuestos a una ralentización económica, la inmensa mayoría de las grandes entidades financieras cuenta con un colchón de capital suficiente para absorber un aumento de las provisiones y una posible ralentización de los beneficios.

Las valoraciones se están poniendo al nivel de los fundamentales y son cada vez más exigentes, especialmente en la parte sénior de la estructura de capital.  Los diferenciales de los AT1/CoCos se han estrechado considerablemente, alcanzando mínimos históricos durante el cuarto trimestre de 2025. No obstante, creemos que la fortaleza de los fundamentales continuará en 2026, apoyada además por unos indicadores técnicos positivos en materia de oferta. En los últimos años, los emisores han aprovechado los diferenciales de emisión favorables y han adelantado oportunamente los planes de financiación. Además, en 2026 habrá menos primeras fechas de amortización anticipada que en años anteriores, por lo que los estrechos diferenciales actuales podrían comprimirse aún más. Sobre todo en comparación con el sector corporativo, que se enfrenta a mayores dificultades, creemos que esta dinámica podría respaldar la idea de que los diferenciales de los AT1/CoCos podrían cotizar por debajo de los bonos corporativos HY en el transcurso del próximo año.

Desde el punto de vista de los riesgos bajistas, a pesar de las consideraciones anteriores, seguimos centrados en equilibrar racionalmente los riesgos al alza y a la baja de nuestras inversiones. Seguimos creyendo que la ligera ventaja que se deriva de descender por el espectro de calidad de los emisores no es lo suficientemente atractiva como para compensar la volatilidad potencial. En consecuencia, seguimos favoreciendo a los bancos grandes y bien diversificados con balances suficientemente sólidos para absorber incluso grandes perturbaciones económicas. Por estas razones, llevar a cabo una selección cuidadosa de emisores e instrumentos dentro del universo de los AT1/CoCos sigue siendo de vital importancia para continuar protegiendo las inversiones de la volatilidad de los mercados, sin dejar de aprovechar los elevados rendimientos que ofrece esta clase de activos.