CdM | La expansión de la actividad de las fábricas españolas se moderó en agosto hasta mínimos de los últimos siete meses, según el índice de gestores de compra (PMI), que se situó en 50,5 puntos desde los 51 puntos del mes anterior, informa Europa Press. Las condiciones operativas de la economía manufacturera española, en general, siguieron mejorando en agosto, aunque los últimos datos mostraron tendencias divergentes en varios apartados clave.
Así, aunque aumentaron los nuevos pedidos, la producción cayó ligeramente, el empleo disminuyó por primera vez desde el pasado mes de enero y la confianza en las perspectivas cayó hasta su nivel más bajo en ocho meses.
En cuanto a los precios, la inflación de los costes de los insumos se mantuvo en agosto por séptimo mes consecutivo. La tasa de inflación continuó atenuándose desde sus máximos recientes de junio, hasta alcanzar su nivel más bajo en cuatro meses.
Por otra parte, la actividad manufacturera de la eurozona volvió a anotarse en agosto el mismo nivel de caída de los dos meses anteriores, con una lectura del índice PMI de 45,8 puntos, repitiendo así, su peor nivel en lo que va de año.
El rendimiento de las fábricas europeas se vio condicionado por una nueva contracción «pronunciada» de los nuevos pedidos, mientras que la caída de las ventas totales fue la más marcada en lo que va de año hasta la fecha, lo que hizo que continuaran los esfuerzos de recorte de gastos, ya que los fabricantes redujeron la compra de insumos, el empleo y los inventarios.
Esta caída más intensa de las ventas hizo que los pedidos pendientes de entrega tuvieran una creciente importancia a la hora de sostener la producción. De hecho, los volúmenes de estos encargos se redujeron al ritmo más rápido desde febrero. En suma, la caída de la producción se ralentizó «ligeramente» y fue notablemente más débil que la de los nuevos pedidos.
No obstante, en agosto se apreciaron medidas de reducción y recorte de gastos. Así, los volúmenes de compra disminuyeron a un ritmo que no solo fue «sustancial», sino también el más fuerte desde abril. El volumen de ‘stocks’ de compras se contrajo por decimonoveno mes consecutivo, al tiempo que el ‘stock’ de productos acabados también lo hizo. Sin embargo, el ritmo de bajada se ralentizó en ambos casos.
Después, el empleo se redujo de nuevo a mediados del tercer trimestre y acumula ya quince meses en negativo. El ajuste de personal coincidió con otro mes de debilitamiento de la confianza empresarial. En términos generales, las expectativas de crecimiento de la producción a doce meses vista fueron las más débiles desde marzo y estuvieron por debajo de la media a largo plazo de la serie.
Por tercer mes consecutivo, los fabricantes informaron de un aumento de sus costes. La tasa de inflación se desaceleró «ligeramente», pero se mantuvo cerca del máximo de dieciocho meses registrado en julio. A pesar de la evolución de los nuevos pedidos, se incrementaron los precios de venta por primera vez desde abril de 2023. No obstante, esta inflación fue solo «modesta».
De los países cubiertos por el estudio PMI, las dos grandes economías de la zona euro (Alemania y Francia) ejercieron el mayor lastre sobre el resultado del sector industrial en agosto. Las únicas naciones que registraron un crecimiento fueron Grecia, España e Irlanda, aunque los ritmos de expansión se ralentizaron en los dos primeros casos.