Intermoney | Las aguas parecen calmarse en la política nipona después de que se anunciara la disposición del partido opositor de derechas Partido de la Innovación de Japón (Ishin) a respaldar la candidatura de Takaichi como Primera Ministra. El acuerdo de cooperación proporciona un total de 231 escaños en la Cámara Baja, que es la cámara dominante del Parlamento, y 120 de los 248 escaños en la Cámara Alta. En la Baja se quedarían a dos escaños de la mayoría, pero no era óbice para que Takaichi ganara la votación del Parlamento del martes
para elegir al próximo primer ministro de Japón.
Se espera que, una vez haya tomado posesión, Takaichi anuncie los nombres que conformarán su nuevo Gabinete para que el Ejecutivo se inaugure oficialmente durante la noche de este martes.
Por el momento, la conservadora ya ha anunciado que la exministra de revitalización regional, Satsuki Katayama, le acompañará como ministra de Finanzas, según la prensa japonesa. Otra cuestión es la de discernir el rumbo en clave de política fiscal qué tomaría este acuerdo. La postura de Takaichi es favorable a una política claramente expansiva, en materia fiscal, a través de un aumento del gasto y recortes fiscales.
Con el nuevo socio no parece que tendrán demasiados problemas para acometer sus políticas, dado que el Partido de la Innovación ya coincidió en aspectos como la eliminación de un impuesto provisional sobre la gasolina. El otro gran aspecto para resaltar es la interferencia que pueda acometer sobre el BoJ a la hora de que ralentice o detenga su normalización de la política monetaria. Para el banco, sería abrirse un nuevo frente que se uniría a los vientos en contra con los que ya de por sí tiene que lidiar, relacionados con el panorama comercial más
tensionado, que puede lastrar la actividad económica nipona.
En el encuentro de los principales funcionarios de banca central en EEUU, Ueda no quiso mojarse sobre la decisión que tomarán en la reunión de finales de mes, y dejó abiertas sus opciones sobre el momento en que se producirá la subida de tipos. El nipón se mantiene dispuesto a seguir la normalización de la política, pero hacía énfasis en la necesidad de actuar con cautela para analizar el impacto económico de los aranceles estadounidenses. En sus propias palabras, “me gustaría recopilando más información y examinar los distintos datos que se publiquen antes de nuestra reunión sobre política monetaria de octubre”.
Todo eso ha reducido las probabilidades de que el banco mueva ficha en octubre. Pero los funcionarios saben que fundamentos sí están ahí de cara a acometer otra subida. El lunes era el turno de Takata, uno de los dos miembros que ya votó en el pasado encuentro por un incremento. Takata dejó claro que “ahora es un momento óptimo para elevar la tasa de interés de política monetaria” justificando que no sólo la inflación se ha estabilizado por encima del 2%, sino que las preocupaciones relacionadas con los aranceles se han disipado.