CdM | Las presiones inflacionarias están disminuyendo en Reino Unido. En noviembre, el Índice de Precios de Consumo (IPC) moderó su tasa interanual hasta el 3,2%, frente al 3,6% registrado el mes anterior, según los datos de la Oficina Nacional de Estadística británica (ONS).
El dato de inflación se situó por debajo de la previsión del Banco de Inglaterra (BoE) del 3,4% y supone la tasa más baja desde marzo.
«La inflación cayó notablemente en noviembre. El menor precio de los alimentos, que tradicionalmente aumenta en esta época del año, fue el principal factor de la caída, con descensos especialmente en pasteles, galletas y cereales para el desayuno. Los precios del tabaco también contribuyeron a la baja, con una ligera disminución este mes tras un fuerte aumento el año pasado. La caída del precio de la ropa de mujer fue otro factor a la baja», ha comentado Grant Fitzner, economista jefe de la ONS.
En detalle, los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentaron un 4,2%, siete décimas menos. El coste del alcohol y tabaco subió un 4%, frente al 5,9% registrado en octubre, con lo que el dato de noviembre fue el más bajo desde diciembre de 2022.
La vivienda y los servicios domésticos subieron su precio un 4,8%, dos décimas menos. Mientras, la ropa y el calzado se abarató un 0,6%, en comparación con el aumento del 0,3% del mes anterior. La última vez que la tasa bajó fue en marzo de 2021.
Por su parte, la inflación subyacente, aquella que excluye los precios de la energía y los alimentos, también sorprendió a la baja, pasando del 3,4% al 3,2%, por debajo de las expectativas y siendo la tasa más baja desde 2021.



