La riqueza neta de hogares españoles se situó en 2,49 bill. de euros, crece un 9,3%, y la deuda sube un 2,5% en el segundo trimestre

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CdM | A cierre de junio, la riqueza financiera neta de los hogares se situó en 2,497 billones de euros, lo que supone un aumento del 9,3% respecto a un año antes, mientras que la deuda de las familias se colocó en 719.000 millones, con lo que se incrementó un 2,5% interanual, según las Cuentas Financieras de la Economía Española publicadas por el Banco de España.

En porcentaje del PIB, los activos financieros netos representaron un 152,8%, 4,9 puntos porcentuales más que en el segundo trimestre de 2024. De su lado, la deuda de los hogares se redujo, al situarse en el 44% frente al 45,4%. Los porcentajes recientes no se observaban desde el año 2000.

En cuanto a los activos financieros, se situaron en un importe total de 3,284 billones de euros, un 7,8% superior al registrado un año antes. Este aumento reflejó una revalorización de 155.200 millones de euros y una adquisición neta de activos financieros de 80.200 millones de euros acumuladas desde finales del segundo trimestre de 2024.

Por instrumentos financieros, la revalorización de activos se concentró en gran medida en las participaciones en el capital. En la adquisición neta de activos destacaron los fondos de inversión y, en segundo lugar, los depósitos. El aumento de los activos financieros fue mayor que el del PIB, por lo que la ratio entre ambos aumentó 3,7 puntos porcentuales, hasta el 200,9%.

Respecto a la distribución por componentes, el grueso de los activos financieros de los hogares se mantuvo en efectivo y depósitos (34,4% del total), seguido de participaciones en el capital (31,7%), participaciones en fondos de inversión (16,6%) y seguros y fondos de pensiones (11,8%).

El peso de las participaciones en el capital en los activos financieros de los hogares y el de los fondos de inversión aumentó en 1,3 y 1 puntos porcentuales frente a un año antes, respectivamente, debido principalmente a su revalorización, en el primer caso, y a las operaciones, en el segundo.

En sentido contrario, el resto de instrumentos perdieron algo de peso y concretamente el del efectivo y los depósitos se redujo en un 1,5 puntos porcentuales, a pesar de las operaciones netas positivas en depósitos a plazo y transferibles.