Alemania rebaja sus expectativas de crecimiento: del 3,6% al 2,2% sin incluir un potencial embargo de la energía rusa

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | Durante la sesión de ayer asistimos a un tímido intento de rebote por parte de los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses tras los fuertes descensos que habían experimentado en las dos jornadas precedentes. Nuevamente fueron los valores ligados con la energía y el petróleo y con las materias primas minerales, estos últimos animados por las declaraciones del presidente de China, Xi, en las que apoyaba el desarrollo de nuevas infraestructuras como medio para impulsar el crecimiento económico del país, los que mejor se comportaron. A ellos se unieron en Europa el sector químico y el del automóvil, cuyos valores reaccionaron positivamente a la publicación de algunos resultados trimestrales mejores de lo esperado, entre ellos los del grupo Mercedes-Benz. Lo mismo ocurrió en Estados Unidos con el sector del software, que ayer mantuvo un buen comportamiento en Wall Street, animado por las positivas cifras dadas a conocer por Microsoft tras el cierre de la sesión del martes. 

No obstante, y a pesar de que la temporada de publicación de resultados no está siendo del todo negativa, y de que muchas compañías se están “atreviendo” a mantener sus expectativas de resultados para el ejercicio a pesar del incierto escenario al que se enfrentan, en conjunto las cifras dadas a conocer no están “siendo capaces” de contrarrestar el pesimismo que han generado entre los inversores factores como i) la elevada inflación, que ha llevado a los bancos centrales a acelerar la retirada de sus estímulos monetarios; ii) la guerra de Ucrania, que sigue enquistada y que amenaza con provocar una profunda crisis energética en Europa, si es que ya no lo ha hecho, y iii) los confinamientos en China, producto de la política de “Covid-cero” por la que sigue apostando el gobierno del país, que están provocando nuevos cuellos de botella en muchas cadenas de distribución de productos y que están teniendo un impacto muy negativo en la economía del país y, especialmente, en su mercado laboral. 

En el corto plazo vemos complicado que ningún intento de rebote en las bolsas europeas y estadounidenses vaya a tener éxito, siendo el escenario más positivo que manejamos el de que los índices se estabilicen a los niveles actuales a la espera de que los mencionados factores que están penalizando su comportamiento comiencen a revertirse. En ese sentido, vemos factible que las autoridades chinas comiencen en breve a levantar algunas restricciones, ya que entendemos que mantener la estrategia que han adoptado para combatir la nueva ola del Covid-19 por mucho más tiempo puede tener un impacto muy negativo tanto a nivel económico como a nivel social en el país y estamos convencidos que las autoridades lo saben. De ser así, ello podría provocar un rally de alivio en las bolsas mundiales. 

En cuanto a la guerra de Ucrania, señalar que el mayor temor de los inversores es que provoque una crisis energética de grandes dimensiones en Europa si, bien por decisión de la Unión Europea (UE) o, bien por iniciativa de Rusia, se corta el flujo de gas y petróleo procedente de este último país a la región. En ese sentido, ayer mismo el Gobierno de Alemania revisó a la baja sus expectativas de crecimiento económico para el año desde el 3,6% que había proyectado el pasado enero hasta el 2,2%. No obstante, y como señaló el ministro de Economía del país, Robert Habeck, estas nuevas estimaciones no incluyen el impacto de un potencial embargo de la energía rusa. En este sentido anticipó que, de producirse este hecho, podría abocar al país a una nueva recesión

Este escenario, el de recesión, es el que mantiene muy inquietos a los inversores en las bolsas estadounidenses, que temen que la agresividad con la que se espera que la Reserva Federal (Fed) retire sus estímulos monetarios pueda abocar al país a una recesión en 2023. Entendemos que todo va a depender del comportamiento de la inflación en los próximos meses, variable que va a ser determinante en muchos aspectos para el comportamiento de los mercados de bonos y de renta variable occidentales. 

En este sentido, señalar que entre hoy y mañana se darán a conocer en la Eurozona y sus principales economías las lecturas preliminares del IPC de abril. Muchos agentes del mercado, analistas y economistas esperan que estas cifras muestren que la inflación ha tocado techo o está a punto de hacerlo. De haberse comportado peor de lo esperado por los analistas en el mes de abril, creemos que ello generaría nuevas tensiones en los mercados financieros de la región. 

Comentar, además, que hoy se publicará en Estados Unidos la primera estimación del PIB del 1T2022, variable que se espera haya ralentizado bruscamente su crecimiento intertrimestral en términos anualizados en comparación con el alcanzado en el 4T2021. Además, se publicarán las lecturas preliminares de los IPCs en Alemania y en España, así como los índices de confianza empresarial sectoriales de la Eurozona, que elabora mensualmente la Comisión Europea (CE). 

En el ámbito empresarial, hoy muchas compañías importantes referentes en sus sectores darán a conocer sus cifras trimestrales, destacando en la bolsa española a Repsol (REP), al Banco Sabadell (SAB), a CIE Automotive (CIE), a Mapfre (MAP) y a Viscofan (VIS), entre otras. 

Para empezar, esperamos hoy una apertura ligeramente al alza de las bolsas europeas, con los inversores muy pendientes, entre otras referencias, de los futuros de los índices estadounidenses, que vienen al alza, de los rendimientos de los bonos y de las divisas. En ese sentido, comentar que el dólar alcanzó ayer su cambio más elevado frente al euro en cinco años lo que, a pesar de ser positivo para las exportaciones europeas, tiene un claro impacto inflacionista al aumentar los precios de las importaciones que realiza la región en dólares, concretamente las energéticas, lo cual es en estos momentos un nuevo motivo de preocupación y de presión para el BCE.