Cautela en los estímulos chinos

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Intermoney | Si bien los bancos chinos decidieron seguir al PBoCh y recortaron sus referencias principales, lo cierto es que este movimiento era nimio, recortando en sólo 10 p.b. tanto a 1 año, dejándolo en el 3,55% como a 5 años, hasta el 4,20% y frente al consenso que apuntaba en un movimiento superior en esta referencia que se usa para los préstamos hipotecarios. Lo que pone de manifiesto esta acción es que, aunque desde las autoridades se quiera mostrar su compromiso en garantizar que la desaceleración sea menos pronunciada, aún se mantienen recelosos de enviar una señal demasiado optimista de cara a una posible reactivación de la economía y en particular, sobre el mercado inmobiliario. Vuelve a ser una señal de que probablemente el objetivo tiene que ver más con evitar que el crecimiento se ralentice bruscamente, y no tanto ofrecer un fuerte impulso para invertir la tendencia de desaceleración del crecimiento en un futuro próximo.

Al final, estos recortes de sólo 10 p.b. son movimientos expansivos pero tímidos de cara a intentar impulsar la economía en dificultades. No es probable que la demanda inmobiliaria experimente una fuerte recuperación, la construcción seguirá siendo débil y las administraciones locales, salvo una concesión muy amplia en la emisión de bonos especiales, algo improbable, seguirán sufriendo las consecuencias de la reducción de las ventas de terrenos y de las restricciones financieras, limitando su capacidad para llevar a cabo proyectos de infraestructuras expansivas.

Las autoridades son conscientes de que, al ciudadano chino, tradicionalmente muy ahorrador, es muy improbable que un tibio descenso en los tipos hipotecarios proporcione un pequeño impulso adicional al flujo de caja de los hogares que contribuya a que aumente su consumo. Tampoco va a conseguir reactivar una demanda de crédito que sigue debilitada. La estrategia de futuro continúa pasando por el cambio de modelo económico y esto implica depender menos de la inversión, especialmente inmobiliaria, en la que además se ha hecho énfasis en frenar la especulación, y dotar al país de una mayor competencia en el mercado doméstico.

La decepción en los mercados tras estos recortes era más que evidente. Por un lado, el índice Hang Seng Mainland Properties Index cayó un 3,61%, muy por encima de la caída del índice genérico Hang Seng que lo hacía en un -1,51%. La divisa china perdió hasta un 0,25% y ya se sitúa en 7,17 USD/CNY algo que no tiene que ser motivo de preocupación para las autoridades, ya que si, como hemos dicho, el gran objetivo radica en la gestión de la desaceleración de la economía y no en su relanzamiento, como parte de esta estrategia evitar un fortalecimiento excesivo del yuan les vendría bien de cara a exportaciones de bienes.