Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | Los principales índices bursátiles europeos volvieron AYER a ceder terreno con fuerza, mientras que, en Wall Street, en una jornada que fue de menos a más, los índices cerraron de forma mixta, con el S&P 500 y el Dow Jones en positivo, rompiendo así una racha de cuatro sesiones consecutivas de descensos. En ambos mercados fueron los valores/sectores de corte más defensivo como las utilidades, los de la sanidad o los de la alimentación, los que mejor se comportaron, mientras que los más cíclicos y los de crecimiento, entre ellos los tecnológicos, lo hicieron mucho peor. Cabe destacar que en Wall Street fue el sector de la energía el más castigado, tras ceder nuevamente con fuerza el precio del crudo durante la jornada. HOY, sin embargo, esta variable viene al alza, con muchos inversores especulando con la posibilidad de que la OPEP+ plantee reducir sus producciones cuando se reúnan el próximo lunes.
Durante la sesión de AYER se publicaron las lecturas finales de agosto de los índices adelantados de actividad de los sectores de las manufacturas, los PMIs que elabora S&P Global, índices que tuvieron en el citado mes un comportamiento sensiblemente diferente en Europa y en EEUU. Así, tanto en la Eurozona en su conjunto como en el Reino Unido los PMIs manufacturas mostraron que la actividad se contrajo en el mes de agosto con relación a julio, aunque lo hizo de forma moderada. No obstante, la evolución en el mes de los nuevos pedidos y la acumulación de existencias hasta niveles históricamente elevados invitan a pensar que la producción manufacturera en Europa va a seguir debilitándose en los próximos meses. Lo único positivo es que la debilidad de la demanda y los menores problemas en las cadenas de suministro están permitiendo que se desacelere el incremento de los precios, tanto de los insumos como de los productos finales. En EEUU, por su parte, los índices mostraron una resistencia mayor de la esperada de la actividad manufacturera, lo que provocó una fuerte caída de los precios de los bonos y el consiguiente repunte de sus rendimientos, con la curva de tipos ganando inclinación, así como del dólar con respecto al resto de principales divisas. Las buenas cifras macro en este país son interpretadas en estos momentos por los inversores en clave “negativa”, ya que entienden que si la economía se muestra resistente la Reserva Federal (Fed) tendrá más margen para seguir subiendo sus tasas de interés con el objetivo de “domar” la inflación.
HOY podremos comprobar si dicha premisa es correcta cuando se publiquen esta tarde los datos de empleo no agrícola en EEUU, correspondientes al mes de agosto. Así, unas cifras por encima de los 300.000 empleos netos esperados por el consenso de analistas podrían ser consideradas como negativas por los inversores, provocando nuevos descensos en los mercados de bonos y de acciones. En sentido contrario, unos datos peores de lo esperado por el mercado creemos que serían bien acogidos por éstos, facilitando un repunte de los mismos en las últimas horas de la sesión. El elevado nivel de sobreventa que presentan los índices y muchos valores tras las fuertes caídas acumuladas en las últimas semanas creemos que “potenciará” esta reacción, de producirse. Así, “las buenas noticias” serían “malas” para los mercados y viceversa. Será, por tanto, la publicación de las mencionadas cifras de empleo la principal cita del día para los inversores, en una jornada que esperamos comience con ligeros avances en las bolsas europeas, que intentarán rebotar tras las recientes caídas, aunque creemos que, en principio, lo harán sin mucha convicción.
Por lo demás, y en el ámbito político, los inversores siguen atentos a las posibles medidas de corte intervencionista que han amenazado con adoptar las distintas autoridades europeas, entre ellas muchos gobiernos, medidas que pueden afectar a sectores como el de las utilidades o el de la energía y, por tanto, condicionar su comportamiento en bolsa al modificar las expectativas de resultados de las compañías. En ese sentido, señalar que el G7 continúa avanzando en su objetivo de topar el precio del petróleo ruso, algo que no se sabe bien cómo se va a poder hacer. Además, la Unión Europea (UE) y el Reino Unido pretenden, por su parte, prohibir a las compañías de seguros prestar servicios a los barcos rusos a partir de diciembre, lo que, en principio, busca limitar su capacidad para distribuir el petróleo del país. Habrá que ver cómo evoluciona todo este tema. Lo único cierto a día de hoy es que Rusia, a pesar de las sanciones, está exportando tanto o más petróleo que antes del inicio de la invasión de Ucrania y, además, a precios más elevados.