El tamaño de reducción de las compras de deuda en EEUU podría ser de 15.000 M$ al mes, en un periodo de 8 meses

Economia EEUU

Renta4 | Los futuros apuntan a un inicio de semana sin apenas cambios (futuros Eurostoxx y S&P +0,1%) y digiriendo el sesgo dovish del discurso de Powell en Jackson Hole el pasado viernes, que permitió a Wall Street marcar nuevos máximos históricos y a los índices europeos apuntarse nuevas ganancias. Por su parte, las TIRes se moderaron ligeramente (-4 pb hasta 1,31% en el T-bond). Powell habló de una economía americana que ha progresado en uno de los objetivos de la Fed (inflación a medio plazo en torno al 2%) pero aún queda camino por recorrer en el objetivo de pleno empleo (aún 6 mln de empleos por debajo de los niveles pre-pandemia, 5 mln de ellos en el sector servicios) y con la incertidumbre que genera la expansión de la variante Delta (se monitorizará su impacto en próximos datos de actividad económica). Aunque Powell apunta a que el tapering se pueda iniciar antes de final de año, no parece haber ninguna prisa por empezar a subir tipos, a la vez que el balance de la Fed se mantendría elevado (> 8 bln usd tras más que duplicarse desde el inicio de la pandemia), una política monetaria por tanto de sesgo claramente dovish. La expectativa de que el actual presidente de la Fed sea nominado para un segundo mandato (el actual expira en feb-22) sugiere que el tono de la política monetaria seguirá siendo acomodaticio a pesar del inicio de retirada de los estímulos monetarios extraordinarios.

En cuanto a la inflación, Powell reitera que el repunte a corto plazo está asociado a disrupciones en la oferta y a la reapertura económica, pero ya se aprecia techo en los precios de algunas categorías, a la vez que las expectativas de inflación a largo plazo se han mantenido mucho más contenidas, y sin apreciarse efectos de segunda ronda en los salarios. Aunque la Fed no puede tener absoluta certidumbre de que el repunte de inflación sea pasajero, y está dispuesta a utilizar las herramientas necesarias para mantener la estabilidad de precios a medio plazo (2% en media), considera que sería un error reaccionar a fluctuaciones temporales de la inflación, por lo que habrá que seguir monitorizando de cerca la evolución de los precios.

La siguiente cita con la Fed será en la reunión del 22 de septiembre, con actualización de sus previsiones macroeconómicas, lo que nos dará más pistas respecto al inicio de la reducción de las compras de deuda (actualmente 120.000 mln usd/mes), pudiendo llegar el anuncio formal del inicio del tapering entre septiembre y la reunión del 3 noviembre (la clave estará en el ritmo de generación de empleo, atención al dato del próximo viernes) y comenzar el proceso a final de año o principios de 2022. En cuanto a cuál sería el tamaño de reducción de las compras se especula con que pueda ser de 15.000 mln usd al mes, pudiendo acabar entonces en un periodo de 8 meses. En cualquier caso, será muy dependiente de la recuperación del mercado laboral (todavía incompleta) y se «telegrafiará» al mercado, permitiendo a los agentes económicos adaptarse de forma progresiva al nuevo entorno monetario.

De cara a la semana que hoy comienza, la atención estará fundamentalmente centrada en el plano macro por la confluencia de datos importantes, a lo que se sumará la reunión de la OPEP (miércoles). Recordamos que hoy lunes será festivo en Reino Unido, con el previsible impacto en menores volúmenes negociados.

Será una semana prolífica en referencias macro, destacando entre ellas los datos de empleo americano por su relevancia en la determinación del timing del tapering de la Fed. El aperitivo será el ADP de empleo privado, aunque todas las miradas estarán puestas en el informe oficial de empleo que conoceremos el viernes y en el que las previsiones apuntan a que se mantenga un sólido ritmo de creación de empleo (+800.000e nóminas no agrícolas vs +943.000 en julio), lo que permitiría una reducción adicional de la tasa de paro hasta 5,2%e (vs 5,4% anterior), mientras que la variación interanual del salario medio por hora trabajada se mantendría en +4%. Se seguiría así progresando hacia el objetivo de pleno empleo de la Fed.

Asimismo, el mercado estará pendiente de los indicadores más adelantados de ciclo para calibrar cuál está siendo el impacto de factores como la expansión de la variante Delta o de los cuellos de botella de la cadena de producción en el ritmo de recuperación económica. Entre ellos destacaríamos en EEUU el ISM manufacturero (que en agosto se podría estabilizar en niveles sólidos, en torno a 59) o la confianza consumidora del Conference Board (que podría moderarse en línea con el dato de la Universidad de Michigan). Indicadores adelantados de ciclo que también se conocerán en China, donde se publicarán los PMIs de agosto, tanto oficiales como Caixin, y que a pesar de cierta desaceleración adicional deberían mantenerse en zona de expansión (>50). Por lo que respecta a Europa, la atención estará en los PMIs finales de agosto, que deberían confirman la relativa solidez de los datos preliminares, y que se conocerán en su primera lectura en países como España o Italia. Aun con todo, en la Eurozona el dato que más atención recibirá será el de inflación, con las primeras cifras de agosto en la Eurozona, España, Alemania y Francia, donde podría continuar la presión a corto plazo.

El miércoles 1 de septiembre tendremos la 20ª reunión de la OPEP y No OPEP, tras la celebrada el pasado 18 de julio, en la que se decidió ajustar al alza la producción general en 0,4 mln b/d mensualmente a partir de agosto de 2021 hasta eliminar gradualmente el ajuste de producción de 5,8 mln b/d, y en diciembre de 2021 evaluar la evolución del mercado y el desempeño de los países participantes. Veremos si continúan adelante con su plan de retorno gradual de la oferta al mercado o si por el contrario éste se ve modificado por la reciente expansión de la variante Delta.

A partir del miércoles, y con el inicio del mes de septiembre, esperamos la vuelta a unos niveles de volúmenes de negociación más normalizados. De cara a nuestra visión de las bolsas, en positivo seguimos teniendo una recuperación económica de fondo (aunque probablemente a un ritmo inferior al inicialmente previsto) y con ella de los resultados empresariales, así como una política monetaria que empezará a normalizarse de forma muy gradual en EEUU y tardará aún tiempo en hacerlo en Europa. A pesar de estos apoyos, habrá no obstante que vigilar los riesgos asociados a la pandemia por su impacto en el ritmo de actividad económica y a la normalización monetaria, así como a otros factores como la presión regulatoria en China o el creciente riesgo geopolítico.