Huida del riesgo por el temor a una parada permanente del Nord Stream 1 y los nuevos confinamientos en China

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | En una sesión de escasa actividad, la menor en Wall Street desde el pasado día de Fin de Año, los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses cerraron ayer con sensibles descensos, lastrados por los renovados temores que generaron entre los inversores desde primera hora del día las noticias de que en China, como consecuencia del repunte de casos de Covid-19 y la detección de un contagio de la variante BA.5 del Ómicron, que es muy contagiosa, las autoridades se estaban replanteando nuevamente el confinamiento de algunos barrios y ciudades. De hecho, han confinado por una semana la ciudad de Macao, centro del juego en China. Los confinamientos en China, producto de la política de “Covid-cero” por la que sigue apostando el Gobierno del país, tienen un impacto muy nocivo tanto en el crecimiento económico del país y, por ello, en el global, como en la inflación, al generar nuevos problemas en las ya más que estresadas cadenas de suministro de muchos productos.

Al “factor chino” se unió ayer en las bolsas europeas el temor de las autoridades de la Unión Europea (UE), temor que fue de inmediato trasladado a los inversores, de que la parada técnica de dos semanas que se ha iniciado en el Nord Stream 1, uno de los principales gaseoductos que proveen de gas natural a Europa, principalmente a Alemania, desde Rusia, pueda terminar siendo permanente. La decisión del gobierno de Canadá de permitir la exportación de una turbina necesaria para la realización del mencionado mantenimiento de la infraestructura, turbina que, consecuencia de las sanciones impuestas a Rusia, no había sido enviada, es factible que facilite que finalmente el gaseoducto vuelva a estar operativo. En ese sentido, señalar que vemos poco factible que Rusia “gaste una de sus principales balas” contra Occidente tan pronto y cierre por completo el suministro de gas a Europa. Además, el país necesita estos ingresos, no pudiendo en el corto/medio plazo, a diferencia de lo que está haciendo con el petróleo, desviar las ventas de gas hacia otros mercados.

Con ambos factores en juego, la sesión de ayer, tanto en las principales plazas europeas como en Wall Street, adquirió un sesgo defensivo, con los sectores catalogados como tales, como el de las utilidades, el del consumo básico, el de la sanidad, el de las telecomunicaciones o el de alimentación, comportándose mejor en términos relativos, mientras que los más expuestos al ciclo económico y los tecnológicos lo hacía bastante peor. La “huida del riesgo” de los inversores también favoreció ayer el repunte de los precios de los bonos y el consiguiente recorte de sus rendimientos. No obstante, y como hemos señalado al comienzo, la actividad fue muy reducida, con los inversores esperando la publicación mañana de los datos de inflación en Estados Unidos, así como el inicio oficioso de la temporada de publicación de resultados trimestrales, que tendrá lugar el jueves cuando tanto JP Morgan como Morgan Stanley den a conocer sus cifras.

No obstante, hoy tendremos un anticipo con PepsiCo dando a conocer sus resultados trimestrales. Como venimos señalando, más importante que las propias cifras y si éstas superan o no lo esperado por los analistas, será lo que digan sus gestores sobre el devenir de sus negocios en un entorno macroeconómico que plantea muchas dudas. Ello permitirá a los analistas actualizar sus estimaciones de resultados, lo que siempre suele ir acompañado de la revisión de sus valoraciones y de sus recomendaciones sobre el valor, que es lo que a la postre mueve su cotización.

Además, de los resultados de la compañía mencionada, hoy la agenda macro tiene dos citas importantes. Por la mañana y en Alemania el instituto ZEW dará a conocer las lecturas de julio de sus índices de sentimiento económico, índices que reflejan la percepción que tienen los grandes inversores y los analistas sobre el estado actual de la economía alemana, así como las expectativas que manejan sobre la misma. En principio, tras haber mejorado en junio, se espera que las lecturas de estos índices hayan vuelto a caer en julio. Ya por la tarde, y en Estados Unidos, se dará a conocer la lectura de junio del índice que mide el optimismo de las pequeñas empresas, índice que es un buen baremo para conocer hacia dónde se dirige esta economía, en la cual las pequeñas compañías son claves.

Para empezar el día, esperamos que los principales índices bursátiles europeos abran a la baja, siguiendo de esta forma la estela dejada ayer por Wall Street, cuyos índices cerraron la jornada muy cerca de sus niveles más bajos del día, y esta madrugada por los mercados bursátiles asiáticos, donde la situación del Covid-19 en China ha seguido pesando mucho. A la espera de la publicación mañana del dato del IPC estadounidense, dato que sí creemos que puede “mover los mercados”, tanto al alza, si es “mejor” de lo esperado, o a la baja, si supera las estimaciones de los analistas, no creemos que vayan a producirse grandes cambios en el comportamiento de los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses en la jornada de hoy, ni en la actividad en estos mercados, que seguirá siendo reducida.

Por último, destacar que esta madrugada el dólar ha estado a punto de alcanzar la paridad con el euro. A parte del impacto que tiene este hecho en la competitividad de las exportaciones de productos europeos, que aumenta, y estadounidenses, que se reduce, la fortaleza de la divisa estadounidense frente al euro tiene un importante impacto en la inflación, para bien en Estados Unidos, ya que las importaciones bajan de precio al convertirse a dólares, y para mal en Europa, ya que éstas se encarecen y limitan el impacto positivo que en la inflación de la región pueden llegar a tener la caída que están experimentando los precios de muchas materias primas, entre ellas del petróleo, materias primas cuyos precios cotizan en dólares.