La moderación en los indicadores más adelantados de ciclo (PMIs e ISM de servicios) apuntan a un cierto techo en la recuperación económica

Sector Servicios

Renta4 | Apertura plana en las bolsas europeas, tras una sesión de ayer de caídas generalizadas en las bolsas europeas en un entorno de retrocesos significativos de TIRes 10 años, -8 pb en EEUU hasta 1,35% (niveles más bajos desde febrero, el 30 años por debajo del 2%) y -6pb en Alemania hasta -0,27%. De fondo, nuevos temores sobre el ritmo de actividad económica ante la moderación en los indicadores más adelantados de ciclo como los PMIs finales de servicios y compuesto o el ISM de servicios americano, que apuntan a un cierto techo en la recuperación, aunque el nivel de actividad económica sigue siendo robusto y justificaría TIRes progresiva y moderadamente al alza.

Destacamos asimismo la fuerte caída ayer del precio del crudo, Brent -4% hasta 75 USD/b, en un entorno volátil (previamente se había aproximado a 78 USD/b) ante la falta de acuerdo entre los países productores de la OPEP+ y aún riesgos sobre la demanda.

Hoy destacamos la actualización de las previsiones económicas de la Comisión Europa, que en línea con otros organismos deberían mostrar un tono más optimista de la mano de los importantes avances en la vacunación. Eso sí, seguirán siendo unas previsiones de recuperación económica no exentas de riesgo, principalmente relacionado con el surgimiento de nuevas cepas y el posible impacto que tenga en un ritmo de reapertura más lento. En esta misma línea, ayer comprobamos cómo el componente de situación actual del ZEW mejoraba con fuerza en julio, pero por el contrario el de expectativas encontraba techo en los máximos de la serie.

En materia de bancos centrales, la atención estará en Estados Unidos, donde se publicarán las Actas de la reunión del FOMC de junio, en el que recordamos que pasó de “extremadamente dovish a moderadamente dovish” al endurecer ligeramente su dot plot a 2023 (estimando dos subidas para finales de ese año) pero sin prisa por empezar a reducir sus estímulos monetarios (tapering) ante una recuperación aún incompleta fundamentalmente por el lado del mercado laboral y un repunte inflacionario a corto plazo que consideran puntual (aunque habrá que seguir vigilándolo).