La OCDE sube las previsiones del PIB mundial: crecerá este año un 5,8% y un 4,4% en 2022, aunque de manera desigual

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CdM | Las perspectivas de crecimiento para la economía mundial «han mejorado considerablemente«, impulsadas por los avances en la vacunación, así como por las medidas de estímulo implementadas, particularmente en las economías avanzadas, según ha destacado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ha alertado de una desigualdad también creciente en la recuperación.

De este modo, el ‘think tank’ de los países avanzados espera que el PIB mundial crecerá este año un 5,8% y un 4,4% en 2022, frente a las expectativas de expansión del 5,6% y del 4%, anticipadas, respectivamente, el pasado mes de marzo.

Entre los países de la OCDE, la economía estadounidense aparece como el principal motor de crecimiento, con una expansión estimada del PIB en 2021 del 6,9% y del 3,6%, aupada por el impacto del billonario programa de estímulos aprobado y los avances en la campaña de vacunación.

Por otra parte, la Eurozona ve también mejorados sus pronósticos de crecimiento para este año y el siguiente, hasta el 4,3% en 2021 y el 4,4% en 2022, mientras que el PIB de Japón crecerá un 2,6% este año y un 2% el próximo. Fuera de la OCDE, la organización ha mejorado sustancialmente sus previsiones de crecimiento para China, hasta el 8,5% en 2021 y el 5,8% en 2022, mientras que el PIB de la India crecerá este año un 9,9% y un 8,2% el próximo.

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«La eficacia de los programas de vacunación en muchos países han hecho que las perspectivas económicas sean hoy más prometedoras», ha destacado el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, quien, sin embargo, ha advertido de la necesidad urgente de acelerar la producción y distribución equitativa de vacunas.

Además, la economista jefe de la OCDE, Laurence Boone, también ha insistido en la importancia de acelerar la producción y distribución de vacunas. «Nos encontramos en una etapa crítica de recuperación», ha apuntado. En este sentido, Boone ha subrayado la necesidad de mantener las medidas de apoyo públicas a hogares y empresas, pero ha señalado que estas deben «evolucionar y adaptarse de acuerdo con la fortaleza de la economía y la situación sanitaria».

De este modo, ha señalado que, a medida que se levanten las medidas de contención, una mejor orientación del apoyo hacia donde más se necesita, incluso mediante el reciclaje laboral, mejorará las perspectivas, en particular para los jóvenes y las personas poco cualificadas. Asimismo, ha indicado que este apoyo también debe centrarse en empresas viables, para alentar la creación de puestos de trabajo e impulsar la digitalización.

«La sostenibilidad de la deuda debe ser una prioridad solo una vez que la recuperación esté bien avanzada, pero los gobiernos deben comenzar a planificar la gestión de las finanzas públicas», ha advertido Boone, para quien las políticas posteriores a la crisis deben reformarse en profundidad para abordar con mayor eficacia los desafíos actuales y futuros.