La reforma del sector eléctrico obligará a que grandes eléctricas subasten una parte de energía fuera del pool

Central eléctrica

Banco Sabadell | Dentro de la reforma del sector eléctrico que prepara el Gobierno una de las más inmediatas apunta a que se crearán mecanismos de mercado «alternativos» compatibles con el derecho comunitario para que las empresas con un «peso importante» en la producción vendan parte de su energía generada a las pequeñas comercializadoras o a industriales «a un precio fijado por subasta».

Sería a través de pujas en las que las distintas tecnologías subasten su producción al precio al que la quieran comprar las pequeñas comercializadoras o los industriales. Habrá un suelo, que son los costes, pero no se impondrá un precio fijo obligatorio ya que no lo permite Europa. El Gobierno alegará «falta de competencia efectiva» en el sector para pedir a la CNMC que diseñe el nuevo mecanismo y justificar su implantación. 

Valoración: Noticia negativa de impacto limitado y difícil de medir por la falta de detalles. La iniciativa no es nueva ya que el Gobierno de Rodríguez Zapatero en 2007 ya diseñó algo parecido. En aquel momento se ordenó a Endesa e Iberdrola, como operadores «dominantes», que subastaran una parte de su producción entre comercializadores eléctricas independientes y grandes clientes.

Tras una batalla judicial, al denunciar que el precio de reserva fijado por Industria era muy bajo y facilitaba revender la electricidad, el Supremo dio la razón a las empresas al considerar que se produjo una expropiación de su producción con carácter lesivo.

A diferencia de entonces, el Gobierno actualmente insiste que el nuevo mecanismo contará con todas las garantías y no impondrá precios para evitar esa ilegalidad del derecho comunitario. Esta premisa de no imponer un precio obligatorio, junto al hecho de que la subasta efectiva de producción será limitada (aunque desconocemos el importe) implicaría un menor impacto para las eléctricas involucradas. Al mismo tiempo, una medida de este tipo requerirá de un plazo amplio para su diseño e implantación, por lo que su efectividad inmediata como medida de choque es cuestionable aunque lo que se pretende es que su implantación sea inmediata.