Renta4 | Si bien el rally de “alivio” continuó ayer en Wall Street, lo que llevó a sus principales índices a cerrar nuevamente al alza, no ocurrió igual en las plazas bursátiles europeos, en la que los anuncios de nuevas restricciones por parte de algunas autoridades para combatir la pandemia “animó” a los inversores a tomar algunos beneficios. A pesar de que el flujo de noticias sobre la nueva variante del Covid-19 continuó siendo positivo -si bien se confirma que la Ómicron es más transmisible que las anteriores variantes del virus, también su sintomatología es bastante más leve, tal y como parece que está demostrando el hecho de que los niveles de ocupación hospitalaria en Sudáfrica sigan siendo bajos-, en Europa el actual “problema” lo plantea el elevado incremento de “positivos” que está provocando la variable Delta y el “temor” de los distintos gobiernos a una futura propagación de la Ómicron por la región. Es por ello que en los últimos días muchos gobiernos, entre ellos el del Reino Unido, el de Dinamarca o el de Francia, han anunciado nuevamente restricciones a la movilidad y a la actividad de algunos sectores, algo que impactará negativamente en las economías de la región, cuyo crecimiento está ya en franca desaceleración. Un escenario de menor crecimiento y de elevada inflación, variable que ha pasado en pocas semanas de “transitoria” a “más permanente” -ayer fue el vicepresidente del BCE, de Guindos, quien habló de “esta transformación”-, entendemos que va a complicar mucho la actuación de los bancos centrales que, como temen muchos inversores, podrían terminar cometiendo algún error de bulto, bien por defecto, bien por exceso. Por todo lo dicho, es comprensible que ayer los inversores más cortoplacistas aprovecharan las fuertes alzas experimentadas por muchos valores europeos durante las dos sesiones precedentes y optaran por realizar algunos beneficios.
El comienzo de la sesión de ayer en Wall Street apuntaba a un comportamiento similar, con sus principales índices cediendo desde el inicio. No obstante, y poco a poco, estos índices se giraron al alza, con el Nasdaq Composite a la cabeza, éste último impulsado por los grandes valores del sector tecnológico, lo que les permitió terminar el día nuevamente con ganancias. En las últimas tres sesiones estos índices han recuperado casi todo lo cedido desde “la aparición” del Ómicron, el pasado 26 de octubre. Es más, desde el mes de noviembre de 2020 el S&P 500 no era capaz de revalorizarse un 3,6% en sólo tres sesiones, revalorización que ayer le dejó sólo un 0,1% por debajo de su máximo histórico.
Creemos, sin embargo, que, a partir de hoy, y hasta la publicación mañana de la cifra del IPC estadounidense del mes de noviembre, es factible que los inversores opten por la prudencia. Como señalamos ayer, entendemos que este dato de inflación puede condicionar en gran medida lo que decida hacer en materia de política monetaria la Reserva Federal (Fed) en la reunión que mantendrá su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) el martes y el miércoles próximos. En principio se espera que la Fed opte por acelerar el proceso de reducción de compras de bonos, para darlo por finalizado tan pronto como en marzo -antes se barajaba como fecha de su finalización el mes de junio-. La fuerte caída que experimentaron ayer los precios de los bonos del Tesoro a largo plazo y el consiguiente repunte de sus rentabilidades parece que confirman este posible escenario.
Pero la semana que viene también se reúnen el Consejo de Gobierno del BCE y el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BoE), reuniones que se celebrarán el jueves y en las que ambos órganos de gobierno se enfrentan a una difícil papeleta: endurecer sus políticas monetarias para intentar controlar la inflación, con el impacto negativo que ello tendría en unas economías en franca desaceleración o, por el contrario, dejar “correr” la inflación y mantener sus actuales políticas acomodaticias, decisión que también conlleva un elevado riesgo, ya que la inflación a la larga también penaliza el crecimiento económico.
En nuestra opinión, las mencionadas reuniones de los tres grandes bancos centrales van a condicionar el comportamiento de los mercados financieros europeos y estadounidenses en las próximas sesiones, siendo factible que muchos inversores opten por la prudencia y decidan mantenerse al margen de los mismos hasta conocer qué es lo que deciden hacer las máximas autoridades monetarias occidentales. Es por ello que esperamos que hoy las bolsas europeas obvien el buen comportamiento de ayer de Wall Street y de esta madrugada de la mayoría de las bolsas asiáticas, y abran la jornada planas, sin una tendencia definida, no siendo descartable que, a medida que avance el día, cedan algo de terreno.
Por lo demás, comentar que la agenda macroeconómica de hoy es muy liviana, destacando únicamente la publicación de la balanza comercial alemana del mes de octubre y de las peticiones iniciales de subsidios de desempleo en EEUU, correspondientes a la semana pasada. No esperamos que ninguna de estas cifras tenga un impacto relevante en la marcha de los mercados de valores europeos y estadounidense durante la sesión.