Las tensiones de precios en la cadena productiva estadounidense siguen siendo altas

Made in USA

Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | Los mercados de valores europeos y estadounidenses continuaron ayer cediendo posiciones, aunque los descensos de los índices fueron, en general, moderados, tendencia de la que se desmarcó el Ibex 35, que fue uno de los que peor se comportó durante la jornada, terminando la misma a su nivel más bajo del año, en una sesión de escasa actividad, que vino marcada por la celebración en España de la Fiesta Nacional, hecho éste que pudo condicionar la evolución en el día de este mercado.

Durante la sesión los inversores estuvieron muy atentos a los acontecimientos en el mercado de bonos del Reino Unido, que lleva semanas muy “movido” desde que el nuevo Gobierno británico dio a conocer las líneas maestras de su política fiscal. Así, ayer hubo noticias contradictorias sobre si el Banco de Inglaterra (BoE) finalizará mañana su programa de compra de bonos, como está previsto, o lo alarga con el objeto de estabilizar el mercado de bonos soberano y evitar nuevas tensiones en el sistema financiero británico. Esta situación siguió pesando en el comportamiento del resto de mercados de bonos soberanos europeos, activos que ayer volvieron a ceder terreno, continuando el repunte de sus rendimientos.

Además, ayer las cifras del PIB británico del mes de agosto vinieron a confirmar que la economía del Reino Unido se habría contraído en el último trimestre. A este hecho se unió ayer la revisión a la baja que hizo el Gobierno alemán de sus estimaciones de crecimiento para el PIB del país en 2023. Así, el ministro de Economía, Habeck, anunció que en el presupuesto del Ejecutivo alemán se contempla ahora que la economía del país se contraerá el 0,3% en el próximo año, estimación que contrasta con el crecimiento del 2,5% proyectado anteriormente. Por tanto, se viene a confirmar que, poco a poco, muchas de las principales economías desarrolladas van a ir entrando en recesión en los próximos trimestres. Como señalamos ayer, la clave en estos momentos para los inversores es poder determinar: i) cómo de profunda será la misma y ii) hasta qué punto lo tienen ya descontado los mercados.

Por la tarde continuó el flujo de “malas noticias” para los inversores con la publicación en Estados Unidos del índice de precios a la producción (IPP), cuyo índice general se comportó en septiembre algo peor de lo esperado, mientras que su subyacente se situó en línea con lo estimado por el consenso de analistas. De momento las tensiones de precios en la cadena productiva estadounidense siguen siendo altas, lo que indica que seguirán trasladándose a los precios finales de los servicios y de los bienes, algo que hoy, cuando se publique el IPC del mes de septiembre en Estados Unidos, debería confirmarse. La reacción inicial de los inversores fue negativa: precios de los bonos a la baja, rendimientos al alza, futuros de los índices bursátiles a la baja, arrastrando tras de sí a los índices europeos, y dólar al alza. Los inversores de momento no tienen motivos para pensar que la inflación va a comenzar a moderarse en el corto plazo y que ello llevará a la Reserva Federal (Fed) a levantar el pie del acelerador en su proceso de subidas de los tipos oficiales.

Por último, y ya con las bolsas europeas cerradas, se publicaron las actas de septiembre de la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed, el FOMC. En ellas se mostró que sus miembros siguen preocupados por el hecho de que el riesgo para la economía de Estados Unidos de hacer poco para reducir la inflación supera al de hacer demasiado. También quedó claro que muchos de los participantes en la reunión creen que, una vez que la tasa de interés de referencia alcance un nivel lo suficientemente restrictivo, sería apropiado mantener ese nivel durante algún tiempo hasta que haya claras evidencias de que la inflación está en camino de regresar al objetivo del 2%. Por tanto, y de momento, no parece que el FOMC esté contemplando comenzar a bajar sus tipos en un futuro próximo, algo que gran parte del mercado está deseando que ocurra ante el temor de que las medidas restrictivas del banco central estadounidense provoquen un “aterrizaje brusco” de esta economía, lo que arrastraría sin ninguna duda a muchas del resto de economías mundiales, especialmente a las europeas.

Hoy los inversores se enfrentan a una agenda macro en la que destaca por su relevancia la publicación en Estados Unidos del dato del IPC de septiembre. El consenso de analistas espera que la tasa de crecimiento del índice general se haya reducido ligeramente con relación a la de agosto (8,1% vs 8,3% en agosto), mientras que la de su subyacente, índice éste que excluye para su cálculo los componentes más volátiles del índice general, como son los precios de los alimentos no procesados y de la energía, haya repuntado ligeramente en el mes (6,5% vs. 6,3% en agosto). Lo “menos malo” de cara a la reacción de los mercados de bonos y de acciones sería que se cumplieran las expectativas de estos economistas. Por otro lado, los inversores recibirían de forma muy positiva unas lecturas más bajas de lo esperado y, por el contrario, reaccionarán muy negativamente si estás superan lo esperado por el consenso.

Por lo demás, y a la espera de que mañana den a conocer sus cifras trimestrales cuatro de los grandes bancos estadounidenses, hoy publicarán sus resultados compañías muy relevantes en sus sectores de actividad como son la aerolínea Delta (DAL-US) y la cadena de restaurantes Domino’s Pizza (DPZ-US). Ayer lo hizo la multinacional PepsiCo (PEP-US), cuyos resultados fueron muy bien acogidos por los inversores, que además celebraron el hecho de que la compañía revisara al alza sus expectativas de resultados para el 4T2022, y ello a pesar del impacto negativo que está teniendo la fortaleza del dólar en sus cifras –sus acciones subieron más del 4% durante la sesión–.

Para empezar, esperamos que las bolsas europeas vuelvan hoy a abrir ligeramente a la baja. Posteriormente serán las cifras del IPC estadounidense del mes de septiembre, que se publican a primera hora de la tarde, las que determinarán la tendencia de cierre de estos mercados. El elevado nivel de sobreventa que presentan muchos índices y muchas acciones y el pesimismo reinante en la comunidad inversora pueden “facilitar” en cualquier momento un nuevo rebote brusco en las bolsas. Unas buenas cifras del IPC estadounidense podrían ejercer de catalizador del mismo, por lo que habrá que estar muy atentos a las mismas.