Primera sesión del año 2022: la inflación será la variable que determinará el comportamiento de la renta variable en su conjunto, al menos en la primera mitad

J.J. Fdez-Figares (Link Securities) | Tras un ejercicio como el 2021, que puede considerarse que ha sido muy positivo para la renta variable occidental, hoy las principales bolsas europeas y estadounidenses afrontan su primera sesión de un año, el 2022, que se presenta repleto de retos para las mismas. Así, con las principales economías desarrolladas en plena desaceleración como consecuencia de la última ola de la pandemia y con la inflación habiendo alcanzado en diciembre sus niveles más elevados en décadas en la mayoría de estas economías, los inversores deberán valorar el efecto que todo ello puede terminar teniendo en lo que para nosotros es la clave de la marcha de las bolsas: en las expectativas de resultados de las compañías cotizadas. 

En este sentido, y con la pandemia posiblemente dando sus últimos estertores si finalmente se confirma la benignidad de la variante Ómicron, en nuestra opinión será la inflación la variable que, con su comportamiento, no sólo va a determinar el comportamiento de los distintos sectores/valores en las bolsas occidentales sino, muy probablemente, el de la renta variable en su conjunto, al menos durante la primera mitad de 2022. De persistir o ir a más la “alta inflación” en las economías desarrolladas, ello puede acelerar los planes de retirada de estímulos por parte de los principales bancos centrales, proceso que ya está en marcha. Además, si bien habrá compañías que serán capaces de traspasar sin demasiados problemas los mayores precios de sus insumos a sus clientes finales dada la fortaleza de su demanda y su capacidad para “negociar precios”, otras no podrán hacerlo, lo que terminará por penalizar sus márgenes y sus resultados, los cuales deberán ser revisados a la baja. Igualmente, en un entorno de alta inflación y con los bancos centrales en pleno proceso de retirada, los tipos de interés a largo plazo es muy probable que sigan subiendo, lo que son malas noticias para los valores/sectores que suelen operar con balances muy apalancados o cuyo mayor atractivo es la rentabilidad por dividendo que ofrecen, entre ellos muchos de corte defensivo, y para los que, como los catalogados como de “crecimiento”, sus valoraciones son extremadamente sensibles al repunte de la tasa de interés sin riesgo -normalmente el rendimiento de los bonos soberanos a largo plazo-, ya que éstas se verán penalizadas. 

Por tanto, si el escenario al que se enfrentan los mercados de valores es el que nosotros esperamos: el de unas economías desarrolladas creciendo a un ritmo entre moderado y alto en un entorno de alta inflación, habrá que ser muy selectivo a la hora de diseñar nuestra cartera, cartera en la que pensamos que los valores de sectores como relacionados con las materias primas minerales, la energía o muchos industriales, entre ellos los de la industria del automóvil, deberán estar sobre ponderados, mientras que los defensivos, como las utilidades, los de consumo básico o los de la alimentación, deberán mantener un menor peso relativo. En lo que hace referencia a los valores catalogados como de “crecimiento”, señalar que pensamos que muchos de ellos seguirán siendo atractivos a pesar de que sus valoraciones parezcan a priori muy exigentes. En este último grupo, apostaríamos por las compañías del sector de los semiconductores y por las compañías especializadas en “la nube”, ya que sus negocios seguirán creciendo con fuerza sea cual sea el entorno macro al que se enfrenten. 

Centrándonos ya en la primera semana del año, señalar que hoy, y para empezar, muchos mercados permanecerán cerrados por la celebración del Nuevo Año. Así, en Asia/Oceanía esta madrugada no han abierto las bolsas de la China continental, Japón, Australia o Nueva Zelanda, mientras que, en Europa, las de Londres y de Dublín permanecerán también cerradas durante la jornada. 

En cuanto a la agenda macro de la semana, destacaríamos, sobre todo, la publicación a lo largo de la misma y en las principales economías de la Eurozona de las lecturas preliminares de los IPCs de diciembre, lecturas que, como sucedió con la de España el pasado jueves, creemos que no van a traer buenas noticias. Además, entre el lunes y el martes se darán a conocer en Europa y EEUU las lecturas finales de diciembre de los índices adelantados de actividad del sector de las manufacturas (PMIs e ISM estadounidense), mientras que entre el miércoles y el jueves se publicarán los mismos índices, pero del sector servicios. Estos indicadores permitirán a los inversores hacerse una idea más clara del verdadero impacto que están teniendo la última ola de la pandemia y las medidas restrictivas adoptadas por muchas autoridades para intentar combatirla en la actividad privada de las principales economías desarrolladas occidentales. Igualmente, y el viernes y en EEUU, se darán a conocer las cifras de empleo no agrícola del mes de diciembre, cifras en las que también habrá que estar muy pendientes del potencial impacto que en ellas ha podido tener la mencionada ola de la pandemia. Por último, cabe destacar que el miércoles la Reserva Federal (Fed) estadounidense dará a conocer las actas de la reunión que mantuvo en diciembre su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC). Aunque no esperamos novedades, ya que en ella ya se hizo público cómo pretende llevar a cabo la Fed el proceso de retirada de sus estímulos monetarios, será interesante conocer las distintas posturas de los miembros del FOMC en lo que concierne a la primera subida de los tipos de interés oficiales en el país, que el mercado no espera que tenga lugar al menos hasta finales del 1S2022. 

Hoy, y para empezar, esperamos que las bolsas europeas que abren comiencen la sesión ligeramente al alza, en línea con el comportamiento que muestran esta madrugada los futuros de los principales índices bursátiles de Wall Street. Cabe recordar que el tan cacareado rally de Navidad tiene lugar, cuando se produce – 4 de cada 5 años-, durante las últimas cinco sesiones del año que termina y las dos primeras del ejercicio que comienza, por lo que todavía quedan dos jornadas para que, en teoría, se cumpla con esta tradición.