Se espera el PCE subyacente se sitúe en agosto en el 3,9% (4,2% en julio), su nivel más bajo desde septiembre de 2021

EEUU Precios

Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | Finalmente, y tras una dura semana, los mercados de valores europeos y estadounidenses fueron ayer capaces de cerrar con significativos avances, en una sesión que fue de menos a más y en la que, al menos en Europa, los inversores optaron por obviar el nuevo y sustancial repunte que experimentaron durante la jornada los rendimientos de los bonos, rendimientos que en el caso del bono con vencimiento a 10 años español cerró holgadamente por encima del 4%, nivel que no alcanzaba desde hace casi 9 años. Entendemos que el repunte de ayer de las bolsas tiene un importante componente técnico, al estar muchos valores y los índices muy sobrevendidos. También es factible que el giro al alza de los mercados fuera aprovechado por compañía y gestores de carteras y fondos para “maquillar” algo las cotizaciones, teniendo en cuenta que hoy es la última sesión del mes y del trimestre, mes y trimestre que en general han sido muy negativos para las bolsas occidentales.

Si bien la publicación en Alemania de las lecturas preliminares del IPC de septiembre sorprendió positivamente, al reducirse sensiblemente las tasas de crecimiento interanual tanto del índice general como de su subyacente, mejorando, además, lo esperado por el consenso de analistas, en un primer momento ni los mercados de acciones ni los de bonos europeos parecieron quedar impresionados, mientras que el euro, sorprendentemente, se revalorizó con respecto al dólar. Parece que en los inversores, especialmente en los de bonos, pesó más ayer el repunte de la inflación general en España, algo con lo que ya se contaba por efectos del “dopaje” al que viene estando sometida esta variable desde hace tiempo y que, por ello, a pesar de la reacción de los mercados, no consideramos que sea una buena referencia para adelantar el comportamiento que puede tener la inflación en el resto de las principales economías de la Eurozona. Calificaríamos por tanto la reacción de los mercados, especialmente de los de bonos, como, por lo menos, sorprendente, ya que no alcanzamos a entender por qué fueron ayer tan duramente castigados estos últimos activos en la región.

En Wall Street, también de inició, los bonos “marcaron el paso” a las bolsas, lastrando su comportamiento, al ceder terreno al comienzo de la jornada, lo que llevó a sus rendimientos a volver a alcanzar sus niveles más elevados desde 2007, concretamente en el caso del bono del Tesoro con vencimiento a 10 años. En este “mal” comienzo de la sesión tuvo mucho que ver la publicación en Estados Unidos de las cifras de peticiones de subsidios de desempleo semanales, un dato que es una buena aproximación a la evolución del paro semanal, que volvió a sorprender a la baja, situándose a su nivel más bajo en siete meses; las cifras apuntan a un mercado laboral que sigue en niveles históricamente ajustados y que se resiste a “destensarse” a pesar de la política monetaria restrictiva que viene implementando la Reserva Federal (Fed), mercado laboral, por tanto, con implicaciones inflacionistas. Los datos, por ello, no gustaron a los inversores, ni a los de bonos ni a los de acciones. Sin embargo, en Wall Street el giro a la baja que experimentó el precio del crudo a poco de iniciarse la jornada propició la relajación de los rendimientos de los bonos, que acabaron el día con descensos, lo que ayudó mucho a que los principales índices de renta variable estadounidenses se giraran al alza, liderados por los grandes valores del sector tecnológico, arrastrando tras de sí a los europeos, que pudieron de esta forma cerrar la sesión al alza y a sus niveles más altos del día.

Hoy toda la atención de los inversores la volverá a focalizar la inflación, ya que por la mañana se publicarán en Francia, Italia y la Eurozona las lecturas preliminares del IPC de septiembre. Si bien se espera que tanto en Italia como en el conjunto de la Eurozona la inflación haya bajado sensiblemente en el citado mes, en Francia los analistas proyectan un ligero repunte de la misma. Además, y ya por la tarde y en Estados Unidos, junto con los datos de ingresos y gastos personales de agosto se publicará el índice de precios del consumo personal, el PCE, que es la variable de precios más seguida por los miembros de la Fed, de ahí su relevancia. Los analistas esperan que, si bien la tasa de crecimiento interanual del PCE general haya vuelto a repuntar en septiembre como consecuencia del alza de los precios de los combustibles, estiman que la del PCE subyacente se ha relajado, algo que, de cumplirse, sería muy bien recibido por los mercados de bonos y acciones -se espera que esta última tasa se sitúe en agosto en el 3,9% (4,2% en julio), su nivel más bajo desde septiembre de 2021-. Así, unas cifras de inflación que muestren que “el proceso desinflacionista” sigue su curso podrían provocar, “maquillaje” al margen, un cierre al alza de la última sesión del mes de septiembre, mes que ha cumplido con la tradición y ha sido negativo para las bolsas.

Para empezar la jornada, esperamos que las bolsas europeas abran entre planas y/o ligeramente en terreno positivo, con los inversores a la espera de conocer las mencionadas cifras de inflación que, como hemos señalado antes, serán las que determinen la tendencia semanal de cierre tanto de los mercados de bonos como de los de acciones.