Se esperan rendimientos del 7-8% en 2024 en los bonos de high yield globales

mercado de bonos

Payden & Rygel | El año 2024 puede ser fuerte para la renta fija. Hay mucha demanda sosteniendo este mercado porque la rentabilidad más alta está atrayendo a muchos inversores, asegura Timothy Crawmer, director y estratega de crédito global de nuestra firma. La renta fija high yield de todo el mundo en particular se verá menos afectada por lo que ocurra con los rendimientos de la deuda pública en 2024, que es de la que depende la rentabilidad total de estos activos, porque tiene una duración menor, y se verá en cambio más determinada por lo que ocurra con la calidad crediticia, la fortaleza de la economía y el interés que despierte este segmento de mayor riesgo entre los inversores, explica este experto.

Esperamos que la economía crezca con fuerza este año, especialmente en EEUU, por la recuperación de la actividad empresarial, el mercado laboral sólido y la relajación de las condiciones monetarias. Ven la situación “un poco más turbia” fuera de EEUU por el efecto dominó producido por la ralentización de China, pero “aún así debería ser positiva”. Teniendo en cuenta los datos actuales, la gestora estadounidense apostaría por un primer recorte de tipos en Europa, empezando por Reino Unido y seguido por el BCE, y en EEUU llegaría después.

Según Crawmer, será difícil en 2024 que la renta fija high yield repita la rentabilidad cercana al 13% de 2023 porque los diferenciales subieron hasta los 300 puntos básicos bajos en el índice global de alto rendimiento, un nivel históricamente complicado de superar. “Así que la revalorización del capital va a ser limitada. Esto deja el componente de carry y el cupón como principal motor de rentabilidad. Creemos que va a ser un entorno realmente favorable para que los inversores capten ese carry.  Esperamos que esto se traduzca en una rentabilidad del 7% al 8% para el high yield mundial”, comenta.

Frasat Shah, gestor de renta fija global en Londres, agrega que las expectativas de impago siguen siendo bajas (alrededor del 2% en Europa y cerca del 3% en EEUU) y no deberían ser, por tanto, “un obstáculo significativo para la rentabilidad”. 

La gestora estadounidense está encontrando oportunidades en el sector de comunicaciones, entre algunas compañías energéticas y en el sector sanitario, pero en el punto del ciclo que valoración actual se fijan más en los emisores que en una estrategia sectorial, reconoce Shah.

Cree que en 2024 podrían superarse los niveles de nuevas emisiones del año pasado (algo menos de 50.000 millones de dólares en el mercado europeo y justo por debajo de los 200.000 millones en el estadounidense) dadas las necesidades de refinanciación, debido a los muros de vencimiento en 2025. “Al mercado de alto rendimiento le gusta refinanciar con al menos un año de antelación. Desde el punto de vista del inversor, eso nos da más oportunidades de inversión entre las que elegir”, dice Shah. 

Riesgos y ventajas

Las buenas perspectivas podrían torcerse en el caso que los recortes de los tipos de interés no se produzcan como se esperaba y el mercado considere que la lucha contra la inflación no se ha ganado. Entonces habría una  “revaluación de dónde nos encontramos en el ciclo podría causar una volatilidad significativa de los tipos de interés que pesaría sobre mercados como el de las empresas high yield”, argumenta Shah. Además, los inversores prestarán mucha atención a la retórica fiscal asociada al año electoral, que también podría generar volatilidad en el mercado de bonos del Tesoro. “Si que si produjera un movimiento violento en las curvas subyacentes del Tesoro, creo que sería algo negativo para el mercado”, añade.

Aún así, una de las ventajas del high yield frente al grado de inversión es que no es tan sensible a los tipos de interés. “Los tipos de interés son un factor tan importante de volatilidad en el mercado de renta fija en la actualidad que, en la medida en que veamos un resurgimiento de la inflación, la volatilidad de los tipos en el mercado del Tesoro es algo que tiende a pesar más en los rendimientos de grado de inversión que en los de high yield”, concluye Shah.