Signo negativo en los mercados bursátiles en la última sesión de una semana volátil

Reloj de la Bolsa de Madrid

Fátima Herranz González (Singular Bank) | La última sesión bursátil de la semana finaliza con una toma de beneficios generalizada en los mercados de renta variable a nivel global, en un contexto marcado por las elevadas presiones inflacionistas y la incertidumbre en torno a la pandemia. Hoy se ha registrado un mayor volumen de negociación y un aumento de la volatilidad tanto en EEUU como en Europa (de en torno a un 7%) ante la denominada “cuádruple hora bruja” por el vencimiento de los futuros y opciones de los índices bursátiles y los valores individuales.

Las principales autoridades monetarias de las economías avanzadas han señalado esta semana en sus últimas reuniones del año que el principal riesgo de cara a 2022 es la inflación, más allá de la crisis sanitaria. Una situación que ha llevado a acelerar la normalización de la política monetaria en Europa y EEUU. En este sentido, el Banco de Inglaterra se convirtió ayer en el primer banco central de una economía del G7 en subir las tasas de interés desde la disrupción del covid-19.  Por su parte, la Reserva Federal estadounidense anunció el miércoles la aceleración de su proceso de tapering, adelantando el final de su programa de compra de bonos a marzo del próximo año y anticipando hasta tres posibles subidas de tipos de interés en 2022. En la Eurozona, el BCE también está reduciendo el programa de compras adoptado a raíz de la pandemia.

En consonancia con estos movimientos, las últimas actualizaciones de los escenarios macroeconómicos han mostrado una nueva revisión al alza de las previsiones de inflación. En concreto, la Fed proyecta que este año el crecimiento de los precios al consumidor alcance un 5,3% anual (vs. 4,2% según su estimación previa), moderándose el próximo año a un 2,7% anual, 0,4 pp por encima de su previsión anterior.

En el caso de la zona monetaria europea la revisión del BCE ha sido más acusada, estimando que la inflación se eleve a un 3,2% anual en 2022 frente al 1,7% proyectado el pasado mes de septiembre. A su vez, la inflación subyacente (excluyendo alimentos y energía de la cesta del IPC) ascendería a un 1,9% anual, en torno a 0,5 pp más que este año. El organismo monetario europeo ha reiterado que prevé que el repunte de los precios disminuya gradualmente el próximo año no sólo por el efecto base sino también a medida que se moderen las presiones vinculadas a los cuellos de botella de la oferta a partir del 2T de 2022. Adicionalmente, ha afirmado que espera que la inflación energética haya alcanzado su punto máximo a finales de este año, impulsada por el fuerte incremento de los precios del combustible y de las tarifas del gas y la electricidad.

En la misma línea, el Banco de España ha actualizado al alza su previsión de inflación a un 3,7% anual el próximo año, frente a un 1,7% estimado en septiembre, según su informe trimestral publicado hoy. En su escenario central considera que se aliviará gradualmente en los próximos meses a medida que se diluyan los crecientes costes de la electricidad y las interrupciones en las cadenas de suministro. Todo ello sin olvidar que los precios en España son más sensibles a los costes de la energía que en la mayoría del resto de países miembros de la Eurozona. Paralelamente, el organismo español ha recortado su pronóstico de crecimiento del PIB este año a un 4,5% anual (vs. 6,3% anterior), estimando una aceleración a un 5,4% anual en 2022. Una senda que no permitiría recuperar los niveles pre-pandemia hasta comienzos de 2023.

En los mercados bursátiles, hoy los principales índices de la región Asia-Pacífico han cerrado con caídas superiores a un 1%, a excepción del Kospi surcoreano y el ASX 200 australiano que han registrado ligeros movimientos al alza (+0,38% y +0,11%, respectivamente). Las caídas han estado lideradas por el Nikkei 225 japonés (-1,79%), revirtiendo parcialmente su significativo avance de ayer, al mismo tiempo que el Sensex indio ha perdido un 1,54%, el Hang Seng de Hong Kong un 1,20% y el Shanghai Composite chino un 1,16%.

Siguiendo la misma tendencia, las bolsas de la Eurozona también han cerrado en rojo, frente a las subidas registradas ayer. En las principales economías, el CAC 40 francés ha retrocedido un 1,12%, el IBEX 35 español un 0,82% y el DAX 40 alemán un 0,67%. En contraste, el FTSE 100 británico ha logrado finalizar la sesión en verde con una leve subida de un 0,13%.

En España, el IBEX 35 ha finalizado esta semana de reuniones de los bancos centrales con una pérdida de capitalización de un 0,58% respecto al pasado viernes. En la sesión de hoy ha retrocedido a 8.312 puntos, lastrado principalmente por los movimientos a la baja de los valores bancarios, energéticos y Cellnex Telecom. En concreto, la compañía de telecomunicaciones ha perdido un 6,05% ante los problemas en la compra de torres a Hutchison en Reino Unido. También han destacado las caídas de Banco Sabadell (-4,66%) y Solaria (-3,99%). En el lado opuesto, las compañías turísticas IAG y Meliá Hotels han encabezado las subidas (+3,78% y +3,47%, respectivamente).

En línea con la evolución a la baja de la renta variable asiática y europea, los índices bursátiles de EEUU cotizan en negativo a cierre de la sesión europea. El S&P 500 pierde un 0,81%, mientras que la caída del Nasdaq Composite se limita a un 0,11%.