El complejo plan de la UE para desbloquear los activos rusos congelados es vital para financiar a Ucrania de forma sostenida

Dennis Shen (Scope Ratings) | La UE espera que el resultado de la cumbre del Consejo Europeo del 23 de octubre sea un acuerdo sobre el uso de los activos, de modo que se pueda empezar a trabajar en una propuesta legal para un mecanismo de liberación de fondos para el segundo trimestre de 2026. Esperamos que pronto se alcance algún tipo de acuerdo sobre el uso del dinero ruso, dada la falta de alternativas creíbles.

La Comisión Europea (CE) ha elaborado un plan innovador, aunque complejo, para movilizar los activos rusos congelados con el fin de financiar a Ucrania. Esta iniciativa es fundamental, dada la ausencia de alternativas creíbles para proporcionar un apoyo financiero sostenido.

La complejidad del plan se deriva de los esfuerzos de la UE por evitar la incautación directa de los fondos rusos con el fin de limitar el daño a la reputación del sistema financiero y el euro, y eludir posibles impugnaciones judiciales. Este enfoque permite a Rusia mantener sus demandas legales, lo que mitiga las divisiones políticas dentro de la UE que han retrasado durante años la activación de estas reservas.

El plan tiene por objeto utilizar el saldo de caja disponible generado por los activos rusos congelados, equivalente a unos 140.000 millones de euros. El plan sustituiría los saldos generados por los activos rusos vencidos por bonos a corto plazo de la UE con cupón cero. El saldo de caja se desembolsaría en forma de préstamos de «reparación» sin intereses a Ucrania, condicionados a la realización de reformas, y reembolsables solo si Rusia pone fin a la guerra y compensa a Ucrania por los daños causados.

No hay alternativas viables para respaldar las necesidades financieras a largo plazo de Ucrania

Es fundamental activar una mayor parte de los fondos rusos congelados, ya que las opciones de financiación occidentales para Ucrania son cada vez más limitadas. Las expectativas iniciales del FMI de que la guerra terminaría en 2024 han resultado demasiado optimistas, mientras que los gobiernos occidentales ya han asignado 321.000 millones de euros a Ucrania. Ucrania sigue enfrentándose a una considerable necesidad de financiación de alrededor de 50.000 millones de dólares al año y más de 200.000 millones de dólares para finales de la década.

Los gobiernos occidentales, que tienen cada vez más deuda y compromisos de gasto militar propios, parecen menos dispuestos, si no menos capaces, de seguir financiando a Ucrania de forma indefinida. Los Estados miembros de la UE, que en conjunto son el mayor financiador individual de Ucrania, corren el riesgo de sufrir reacciones negativas a nivel nacional si asumen una mayor parte de la carga a costa de recortes en el gasto interno.

Como resultado, la atención se ha desplazado hacia el uso de los activos rusos congelados. Esto garantiza que Rusia pague por la guerra que ha iniciado, aliviando la presión sobre los contribuyentes occidentales. El programa de préstamos Extraordinary Revenue Acceleration (ERA) del G-7, que utiliza los intereses de estas reservas, marcó el inicio de este cambio, pero sus recursos están casi agotados.

A menos que sufra una derrota rotunda, es poco probable que Rusia indemnice a Ucrania, por lo que los préstamos con cupón cero concedidos a Ucrania funcionarían efectivamente como subvenciones, minimizando el impacto adverso sobre la sostenibilidad de la deuda pública y la capacidad de reembolso del país (Gráfico 1).

Además, la CE quiere facilitar la prolongación de la inmovilización de los activos congelados por una mayoría cualificada de los Estados miembros de la UE, en lugar de la unanimidad que se requiere actualmente, para evitar posibles vetos futuros que podrían frustrar el programa.

La CE está trabajando en las preocupaciones de los Estados miembros; la participación del Reino Unido aporta valor añadido

Bélgica ha solicitado garantías sólidas que aseguren que no se verá sola a la hora de cubrir los posibles costes de los litigios con Rusia. Esto se puede resolver.

Invitar a los socios globales que también han congelado activos rusos a participar en el instrumento sugerido es un enfoque prudente. El Gobierno británico ya ha presentado un plan que reestructura alrededor de 25.000 millones de libras esterlinas de activos rusos en forma de préstamos.

Una sugerencia del canciller alemán Friedrich Merz de que los fondos solo deben ser utilizados por Ucrania para la adquisición de equipo militar, y no para fines presupuestarios generales, puede ser demasiado restrictiva.

Ucrania se enfrenta a un importante déficit de financiación para gastos no militares —como la cobertura de los costes de las pensiones, los salarios públicos y la ayuda humanitaria— además de los gastos militares.

La propuesta de la CE podría constituir un canal de financiación a Ucrania más indirecto, pero eficaz

Según el plan, las garantías proporcionadas por los gobiernos participantes actuarían como un pasivo contingente y aumentarían las obligaciones financieras implícitas de los gobiernos centrales participantes.

No obstante, dadas las importantes necesidades de financiación de Ucrania, si la UE no encuentra una forma de movilizar las reservas rusas congeladas, probablemente tendría que recurrir a acuerdos alternativos que podrían suponer una carga aún mayor para los recursos presupuestarios, ya de por sí limitados.

Dicho pasivo contingente constituiría un canal de financiación de Ucrania más indirecto que recurrir a préstamos bilaterales, subvenciones de los Estados miembros de la UE o préstamos a nivel de la UE sin recurrir al dinero ruso, lo que podría reducir la responsabilidad final de los Estados miembros.