Hungría pide al BCE no recapitalizar su banco central, con pérdidas significativas

Paloma Osborne (Intermoney) | Ayer miércoles, los bonos del Tesoro se mantuvieron estrechamente mixtos después del aumento de las tasas, y se señaló que aún era posible un ajuste adicional si se justificaba. Los mercados financieros asignaron poca prima de riesgo al anuncio de la política de la Fed, ya que el aumento de un cuarto de punto era esperado ampliamente y no sorprendió a los mercados.

Tras el aumento de 25 puntos básicos, el dólar experimentó una pérdida modesta, aunque se mantuvo estable. Los bonos del Tesoro se mantuvieron estrechamente mixtos después del aumento de las tasas, y se señaló que aún era posible un ajuste adicional si se justificaba.

Sin embargo, hay una cierta incertidumbre sobre el futuro y la duración de la política restrictiva de la Fed. En el gráfico de puntos, hay una alza más implícita, lo que sugiere que aún podría haber otro ajuste en noviembre. La Fed adopta un enfoque dependiente de los datos, y las decisiones futuras dependerán de cómo evolucionen las condiciones económicas.

A pesar de la acumulación previa, los mercados reaccionaron con calma al alza de tasas de la Fed. El S&P 500 no experimentó cambios significativos, y los rendimientos de los bonos a dos años cayeron ligeramente. La Reserva Federal dejó claro que seguirá vigilando los datos económicos y ajustando su política en consecuencia.

Además, se informó que las ventas de casas nuevas en EE. UU. cayeron en junio por primera vez en cuatro meses, lo que podría indicar que los altos costos de endeudamiento y los precios están afectando el mercado. El oro y el bitcoin subieron mientras que el dólar y el petróleo cayeron como resultado de estas noticias.

En general, la Fed no tiene previsto recortar las tasas este año y su personal ya no predice una recesión. También se prevé que la inflación no regrese al 2% hasta aproximadamente 2025.

Hoy se han reportado importantes noticias relacionadas con las decisiones y pronósticos económicos tanto en Europa como en Estados Unidos.

En Europa, el Banco Central Europeo (BCE) ha elevado sus tasas de interés clave en 25 puntos básicos, alcanzando el nivel más alto en 22 años. Esta decisión es consecutiva a otras nueve subidas de tasas en el último año, lo que refleja un ciclo de alzas sin precedentes. La tasa de depósito del BCE y la tasa de interés sobre las operaciones principales de refinanciación aumentaron, y la remuneración de las reservas bancarias mínimas se redujo al 0%, lo que significa que los bancos ya no recibirán pago por mantener dinero en el BCE.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, enfatizó en la conferencia de prensa que las decisiones futuras estarán guiadas por datos económicos y financieros entrantes, así como por la dinámica de la inflación subyacente y la transmisión de la política monetaria. El BCE se compromete a mantener tasas de interés suficientemente restrictivas el tiempo necesario para lograr un retorno oportuno de la inflación al objetivo del 2% a mediano plazo.

En España, se ha informado que la tasa de desempleo en el segundo trimestre fue más baja de lo esperado, lo que sugiere una mejora en el mercado laboral en comparación con las proyecciones económicas.

Por otro lado, en Europa, el Banco Central Europeo recibió una solicitud del gobierno húngaro para cambiar la legislación y evitar recapitalizar el balance del banco central, ya que se registraron pérdidas significativas.

En Estados Unidos, se ha reportado que ocho de los bancos más grandes enfrentan un aumento del 19% en algún aspecto no especificado.

En resumen, el panorama económico se encuentra en un punto de inflexión en Europa, con el BCE elevando tasas de interés y adoptando una postura dependiente de los datos para futuras decisiones. La economía española muestra signos de recuperación en el mercado laboral.