La confianza del inversor europea se desplomaba hasta un -11.1 frente al -5.5 de las encuestas

Ana Racionero (Intermoney) | La publicación por parte de China de un modesto objetivo de crecimiento al 5% hacía que abriéramos con una bajada generalizada de las rentabilidades y con las bolsas al alza, ya que el miedo a que el gigante asiático exportara inflación al resto del mundo se disipaba parcialmente, lo que aumentaba el apetito por el riesgo dadas las menores expectativas de tipos al alza. En efecto, el fortalecimiento de la economía china después de la apertura post COVID había desatado el temor a que la segunda economía mundial disparase los precios de las materias primas, especialmente el del crudo y el del gas licuado, generando una ola de aumento de costes a escala global. La reacción en el precio del crudo no se hacía esperar y el WTI caía por debajo de los 79 USD por barril. Otro factor que jugaba a favor de las compras de bonos era el efecto rebote de los Treasuries, después de que el 10 años alcanzara la semana pasada la barrera del 4%.

La semana abría a la espera de la intervención de Powell, mañana y pasado, ante el Congreso y el Senado de su país, con toda la atención puesta en si confirma las recientes declaraciones en tono “hawkish” de otros miembros de la Reserva Federal, habiendo apuntado algunos de ellos incluso a una subida en la próxima reunión de este mes de 50 pb, aunque la apuesta mayoritaria del mercado continúa siendo de una subida de 25 pb. Eso, y las nóminas no agrícolas del viernes, son los dos platos fuertes de la semana.

En cuanto a cifras macro, la confianza del inversor europea se desplomaba hasta un -11.1 frente al -5.5 de las encuestas, y las ventas al por menor también decepcionaban, con un 0.3% vs 0.6% intermensual y un -2.3% vs -1.8% interanual. Los PMI de construcción alemanes subían del anterior 43.3 al 48.6. En el Reino Unido, los PMI de construcción subían al 54.6 desde el 48.4 previo, muy por encima del 48.6 esperado.

El protagonista del día era Holzmann, del BCE, cuando decía que veía una política restrictiva a partir del 4%, y que esperaba cuatro aumentos más de 50 pb cada uno, concretamente en las reuniones de marzo, mayo, junio y julio, lo que provocaba una enorme sacudida a los bonos. También hacía alusión al QT, indicando que el banco central debería plantearse añadir el programa PEPP en otoño. Lane también hablaba, abogando porque la toma de decisiones del BCE debe ser dependiente de los datos, y que la inflación subyacente sugiere que se necesitan más subidas de tipos. Lagarde declaraba que había que hacer algo más para atajar el “monstruo” de la inflación, y que era muy probable que el BCE suba los tipos 50 pb en marzo.

E.E. U.U. publicaba unos pedidos de fábrica ligeramente por encima de las predicciones ( -1.6% vs -1.8% y 1.2% vs 1% sin transporte).

Finalmente cerrábamos con un aumento de las rentabilidades, especialmente en el corto plazo, lo que daba lugar a un aplanamiento de las curvas. El EURIBOR ascendía al 3.859%. Las primas de riesgo se ampliaban.