La inflación general y la subyacente convergerán a fin de año en torno al 5,2%

Funcas | El IPC subió en marzo un 0,4%, muy por debajo del 3% observado en el mismo mes del año pasado por el fuerte encarecimiento de los productos energéticos, lo que supone el final de un efecto escalón que hace retroceder la tasa interanual de inflación en 2,7 puntos porcentuales, hasta el 3,3%. La tasa subyacente bajó una décima, hasta el 7,5% –el primer descenso tras cuatro meses consecutivos al alza–.

La caída de la inflación total responde a la evolución de los productos energéticos. Su tasa de inflación cayó desde el -8,9% hasta el -25,6%, gracias al final de un efecto escalón producido en el mes de marzo del año pasado, cuando se encarecieron un 18,2%, reforzado por una bajada mensual de precios del 3,5%. La leve bajada de la subyacente indica que el ritmo de subida de precios del resto de productos sigue siendo intenso.

Ante el comportamiento relativamente estable del petróleo y del gas, apenas hay modificaciones en las previsiones de inflación para 2023. En abril tendrá lugar una subida de la tasa general de inflación, como consecuencia de otro efecto escalón en los productos energéticos que actuará en sentido inverso al operado en marzo, aunque la tasa seguirá muy por debajo del 6% de febrero.

Al final del ejercicio, la tasa general y la subyacente convergerán en torno al 5,2%, con medias anuales del 4,3% y 6,6% respectivamente. Para 2024 se espera que continúe la lenta trayectoria descendente, de modo que las tasas medias anuales esperadas para el índice general y el subyacente son del 3,3% en ambos casos.