Si un único país, como Francia, apuesta por la generación de energía nuclear de bajo coste, ¿sería lógico compartirla con unos vecinos reacios a la misma?

central nuclear

Alphavalue | H2 es el acrónimo de Hydrogen Hyped. Sin entrar en mucha complejidad desde el punto de vista químico, hay que decir que para la obtención del hidrógeno es necesario un aporte inicial de energía primaria, ya que normalmente se encuentra combinado con otros elementos químicos como el oxígeno, el carbono o el nitrógeno.

Una vez obtenido se necesita adecuarlo para aquello que fuese a ser utilizado. Este proceso implica desperdiciar el 80% de la energía. Por lo tanto, la fuente de energía utilizada para su obtención será la que marque el tipo de hidrógeno que obtenemos y tendrá sentido sólo si el H2 es de origen renovable o verde. Es triste entonces que no haya suficiente para permitirse derrocharlo y que tenga en la actualidad precios elevadísimos debido a esa escasez.

El Gobierno de Francia ha puesto encima de la mesa 30 bn€ para gastar en tecnologías que ayuden a impulsar el crecimiento de calidad durante los próximos 9 años. De dicha cantidad, 8 bn€ parecen estar comprometidos para las energías verdes, incluido el hidrógeno, con, y esta es la noticia, energía “predecible” procedente de plantas nucleares (ya en funcionamiento y nuevas). Al partido de los Verdes no les gustará esto, pero tiene todo el sentido.

Es una medida políticamente arriesgada, pero oportuna. La energía es demasiado cara porque no hay forma de que la energía verde reemplace a la de origen fósil en un período de aceptable tiempo, es decir, antes de que la temperatura del globo se dispare otros 3º. El “easy money” en todo el mundo y las economías emergentes lo han dejado claro: la energía barata es la de origen fósil. Triplicar los precios significa consumidores muy enfadados.

Incluso China dio un paso atrás en su reto verde, ya que no puede mantener el crecimiento de PIB sin carbón y que su población no se vea afectada.

La energía nuclear es comparativamente más barata, por supuesto libre de CO2, y es óptima como base de otras muchas. Es habitual utilizar la energía nuclear para llenar depósitos de hidrógeno durante la noche. Encender un electrolizador (es un aparato que permite producir hidrógeno mediante un proceso químico (electrólisis) capaz de separar las moléculas de hidrógeno y oxígeno de las que se compone el agua usando electricidad) es esencialmente lo mismo: una gran pérdida de eficiencia, pero mejor que no usarlo.

La cuestión es si esto seguirá siendo aceptable dentro de 10 años, cuando por fin se disponga de una nueva capacidad nuclear. Otro punto a tener en cuenta es que inmoviliza un capital inicial considerable, lo que confirma las posiciones de monopolio de facto de un puñado de proveedores de energía nuclear.

La tentación de manipular el “juego” competitivo es enorme, como ya ocurre con Electricité de France (comprar, objetivo 14,9 € ++) (miembro de nuestra cartera modelo). A esto hay que sumar lo que se dice y hace desde sus países vecinos. Bélgica, Italia y Alemania han estado trabajando arduamente para cerrar los activos nucleares. En un mercado energético europeo armonizado, puede que no sea muy bueno tener nuevas plantas nucleares francesas en su lado de la frontera de las Ardenas o junto al río Rin. Y si un único país, como Francia, ha apostado por la generación de energía nuclear de bajo coste, ¿sería lógico compartir esta energía con unos vecinos reacios a la misma? La rentabilidad del H2 no está probada, difícilmente puede comenzar a ser ya una solución, pero abre una agenda política más compleja si se trata de la realmente rentable energía nuclear. Realmente fascinante.

Por ahora, EDF y Fortum (reducir, objetivo 24,6 € ++) son los principales jugadores en el campo de la energía nuclear, mientras que se debate sobre si es realmente necesario que RWE (añadir, objetivo 36,6 € -) y E.ON (compara, objetivo 12,8 € -), miembro de la cartera modelo, cierren sus últimas plantas nucleares en 2022. En cuanto a la industria del H2, las repentinas subidas de los precios de las acciones de McPhy, ITM (añadir, objetivo 461 p -), Nel y Ceresson una señal de las renovadas esperanzas sobre los “players” del H2.