RWE se enfoca en la transición energética para 2024-30: el tratamiento contable del segmento carbón/nuclear pasa de no esencial a no operativo

Sede RWE

Santander Research | RWE celebró ayer su Día del Inversor en el que ofreció una actualización de su plan estratégico Growing Green para el periodo 2024-30. RWE aspira a ser líder mundial en energía verde, con una expansión de la potencia neta de 30 GW, que elevaría la potencia total instalada a más de 65GW en 2030. La inversión neta del periodo contemplado en el plan asciende a EUR 55mm, de los cuales un 75% se destinará a energías renovables y un 10% a baterías. RWE reiteró la eliminación progresiva del carbón para 2030, aunque el gas seguirá desempeñando un papel en la generación flexible. El equipo gestor ha indicado que tiene intención de invertir en generación de electricidad a partir de gas en Alemania, pero que solo lo hará si el gobierno establece un marco regulatorio claro que incluya pagos por capacidad. RWE mantiene su compromiso de reducir en un 70% las emisiones de Alcance 1 y 2 para 2030 y el objetivo de lograr emisiones netas nulas para 2040. Como resultado de la inversión, se prevé que el EBITDA ajustado aumente a una TACC del 14% entre 2021 y 2030 hasta superar los EUR 9mm. El equipo gestor subrayó que no sufría problemas importantes en la cadena de suministro y que mantenía el énfasis en una estricta disciplina financiera y el compromiso con una tasa de retorno que refleje los tipos de interés actuales y ofrezca un diferencial de 100-300pb sobre el coste medio ponderado del capital (CMPC). Durante el periodo del plan, RWE prevé generar EUR 50mm en efectivo, mientras que tendrá que cubrir EUR 55mn de inversiones y EUR 7mm en dividendos; la diferencia de EUR 12mm procederá de deuda. Aunque la deuda financiera neta aumentará en términos absolutos, se estima que el factor de apalancamiento (incluidos los pasivos similares a la deuda, como el desmantelamiento y las pensiones) alcanzará un nivel de 3,0-3,5x el EBITDA en 2030, frente al objetivo de 3,5x o menos, lo cual es coherente con las calificaciones crediticias actuales.

Opinión de research: Valoramos positivamente el plan estratégico de RWE. En nuestra opinión, el plan combina una mayor inversión en energías renovables con el crecimiento de los beneficios, manteniendo al mismo tiempo un perfil crediticio prudente. El cambio en el tratamiento contable del segmento Carbón/Nuclear, que pasa de no esencial a no operativo, pone de relieve que la atención de RWE está centrada en la transición energética. RWE reconoce el valor de contar con una capacidad de generación de electricidad flexible (hidráulica, gas y baterías), pero algunos inversores guiados por criterios ESG podrían tener reservas con respecto a la exposición al gas, además de la actividad heredada del carbón (que cesará en 2030). El riesgo político por posibles cambios en las políticas públicas se considera bajo y manejable en el marco del enfoque de cartera diversificada de RWE. Nos gusta RWE por su papel en la transición energética, sus previsiones de beneficios probablemente conservadoras y su disciplina financiera en materia de inversión y deuda. Mantenemos nuestra recomendación Neutral teniendo en cuenta su valoración.