Intermoney | Cuando nos estábamos empezando a adaptar a una calma relativa en el panorama comercial, sin nuevos anuncios arancelarios durante los últimos meses, Trump volvía a agitar este viernes el avispero con la amenaza de imponer un arancel adicional del 100% sobre los productos chinos. Junto con ello, también se anunciaron controles de exportación sobre todo software crítico, una maniobra que estaría prevista para el 1 de noviembre, poco después de la supuesta reunión entre los presidentes Trump y Xi Jinping, cuyo encuentro ahora se pone en duda. Estos anuncios vuelven a alimentar las tensiones por primera vez desde la tregua de mediados de mayo, por la que Estados Unidos y China llegaron a un acuerdo para reducir temporalmente la
mayoría de los aranceles que se aplicaban mutuamente. Con este anuncio, los aranceles anunciados por Trump elevarían los impuestos a la importación de muchos productos chinos al 130% a partir del próximo mes. Desde la Casa Blanca se enfatizaba que es una acción de respuesta ante los controles de exportación que Pekín impuso a los minerales de tierras raras y que ya ha sido un motivo importante de disputas en el primer episodio arancelario del año.
Como ya mencionamos la semana pasada, el aumento en los controles de exportación se centra en diversos artículos relacionados con las baterías de litio y los materiales de ánodo de grafito artificial empleados también en las pilas que alimentan a los coches eléctricos. Incluso los exportadores extranjeros de productos que contengan únicamente trazas de ciertas tierras raras necesitarán disponer de una licencia (aquellas que contengan determinados minerales que representen el 0,1% o más del valor del producto). Aquí cabe recordar que China domina el suministro mundial de tierras raras, con más del 69% de la producción. Este dominio va más allá
de la minería, ya que China también procesa casi el 90% mundial de los elementos de tierras raras. Asimismo, el gigante asiático impuso nuevas tarifas portuarias a los barcos estadounidenses e incluyó a 14 organizaciones extranjeras, mayormente estadounidenses y relacionadas con el ámbito de la defensa en la lista de entidades “no fiables”, lo que permite a las autoridades imponer medidas punitivas.
No obstante, existen motivos para pensar en que finalmente no se materializarían las amenazas. El mismo domingo se rebajaba parcialmente la tensión cuando Trump manifestaba su disposición a llegar a un acuerdo e indicó que si había elegido noviembre era para dar un mayor margen de tiempo de cara a las negociaciones.