El giro de los bancos europeos hacia políticas más favorables a los accionistas podría ejercer presión sobre los niveles récord de core capital

EBA

Santander Corporate & Investment | La Autoridad Bancaria Europea (ABE) publicó el lunes su evaluación trimestral de riesgo, que incluye datos del 3T21. El resumen de la ABE sobre la evolución del trimestre destaca que «los ratios de solvencia de los bancos se mantienen muy por encima de los requisitos regulatorios y presentan pocos cambios con respecto al trimestre anterior».

En promedio, el ratio CET1 se situó en el 15,4% en términos fully loaded al cierre del 3T21, unos 10pb por debajo del trimestre anterior. Asimismo, la ABE señaló que «la calidad de los activos ha seguido mejorando, ya que los bancos han declarado, por término medio, una menor tasa de mora, ahora en el 2,1%.

El informe mostró «un descenso adicional del volumen de préstamos actualmente en moratoria» hasta EUR 50mm, mientras que «el volumen total de préstamos acogidos a sistemas de garantía pública se situó en EUR 378mm en el 3T21, el mismo nivel de los últimos trimestres».

La ABE menciona en su actualización que «la rentabilidad se estabilizó en niveles superiores a los observados antes de la pandemia«, con un ROE declarado del 7,7%, y que «los bancos siguieron manteniendo niveles significativos de activos líquidos«; el ratio de cobertura de liquidez se situó en el 174,7%.

Opinión de Research: 

Teniendo en cuenta la información que la ABE recopiló sobre los resultados de los bancos europeos en el 3T21, reiteramos nuestra opinión de que el potencial deterioro de la calidad de los activos cobrará protagonismo en 2022, tal y como habíamos apuntado en nuestro informe Outlook Bancos Europeos 2022: ¿Realmente esta vez es diferente?, publicado el 26 de octubre de 2021.

Como detallamos en nuestro Quick Comment: EBA 3Q21 Risk Dashboard, publicado hoy, los datos de la ABE siguen sin mostrar un impacto negativo en los préstamos dudosos de los retos que todavía se aprecian en la recuperación económica en Europa, pero ponen de relieve claros signos de un potencial deterioro adicional del riesgo de crédito a medida que los préstamos respaldados por las moratorias y los sistemas públicos de garantía venzan una vez que estas medidas de apoyo se retiren. Como también habíamos destacado en nuestro informe Outlook Bancos Europeos 2022, las tendencias de la liquidez respaldan nuestra visión de que los riesgos son muy limitados en este frente. En este contexto, los riesgos que veíamos de una rentabilidad estructuralmente baja en el sector bancario europeo -otro de los posibles factores clave para el comportamiento de los bancos europeos en 2022- siguen respaldados por los datos publicados de la evaluación de riesgos de esta semana, que apuntan a riesgos medios para las perspectivas de rentabilidad y capacidad de resistencia operativa del sector bancario europeo.

Por lo tanto, en consonancia con nuestra visión del posible impacto de la evolución de la calidad de los activos en las rentabilidades en 2022, la ABE considera que la incertidumbre macroeconómica es un factor que «puede ralentizar, o incluso invertir, el descenso del coste del riesgo».

Por ello, reiteramos nuestra opinión de que el giro generalizado de los bancos europeos hacia políticas más favorables a los accionistas (varias entidades están llevando a cabo actualmente importantes recompras de acciones y han revisado al alza las políticas de reparto de dividendos), tras la fase de acumulación de capital durante la pandemia, junto con los desafíos potenciales antes mencionados para las rentabilidades finales, podrían ejercer presión sobre los actuales niveles récord de core capital que aparecen en la evaluación. Como resultado de todo ello, creemos que los niveles de solvencia volverán a estar en el punto de mira, ya que prevemos que la postura acomodaticia de los reguladores, que ha predominado en tiempos de pandemia, se reduzca gradualmente, puesto que los reguladores han dado señales claras de que, a medida que la recuperación económica se refuerce, también lo hará el entorno regulatorio.