¿Adiós al “soft landing”? El descalabro de los PMI en la eurozona anticipa recesión

Ana Racionero (Intermoney) | En la sesión americana de ayer, los UST terminaban por replicar el movimiento al alza de los bonos europeos, especialmente después de que las ventas de viviendas de segunda mano retrocedieran por encima de lo esperado a su nivel más bajo desde comienzos de año, lo que ampliaba la caída del USD. El petróleo continuaba descendiendo debido a los planes de Irán de aumentar su producción hasta los 3.4 millones de barriles diarios a finales de verano.

Hoy, día de PMIs, Japón publicaba unas cifras mejores de lo esperado, especialmente en el apartado de servicios, lo que ayudaba al yen a fortalecerse e impulsaba a las bolsas niponas. Las acciones chinas, por el contrario, retrocedían por la incertidumbre del sector inmobiliario, y el BPC tenía que volver a fijar un tipo de cambio para el yuan por encima de lo previsto a fin de sostener su divisa.

Ya en Europa, los PMI ponían de manifiesto la factura que se está pagando por los aumentos de tipos del BCE. El descalabro era de gran magnitud y, lo que es peor, anticipa recesión en la Eurozona, concretamente, una contracción cifrada en torno al -0.2%/-0.3% en el tercer trimestre, después de haber crecido un 0.3% en el trimestre anterior. A pesar de que el de fabricación de Francia subía en agosto del 45.1 de julio al 46.4, cuando se esperaba un descenso al 45.0, el de servicios descendía al 46.7 desde el anterior 47.1, en lugar de ascender a 47.5. El compuesto repetía el 46.6 previo, vs el 47.1 de las encuestas. En Alemania sucedía algo parecido: el manufacturero subía del 38.8, nivel que se esperaba repitiera, al 39.1. Sin embargo, el de servicios se hundía en terreno de contracción con un 47.3, desde el anterior 52.3 y cuando se esperaba un 51.5, al ritmo más rápido desde la primera ola de COVID. El compuesto se precipitaba hasta el 44.7, desde un 48.5 vs 48.3. Por último, la Eurozona también tenía mejor comportamiento en el sector de las manufacturas, con un ascenso al 43.7 del anterior 42.7 vs 42.7, un marcado descenso del de servicios al 48.3 desde el 50.9 anterior vs 50.5, adentrándose en niveles de contracción, y un retroceso del compuesto al 47.0 desde el 48.6 vs 48.5, por debajo de todas las estimaciones de los encuestados por Bloomberg. La consecuencia de semejante “batacazo” inesperado era, como es natural, un “rally” de bonos que rebajaba las rentabilidades de forma muy acusada, y un recálculo por parte de los mercados de swaps, que reducían sus apuestas de un 50% de probabilidades de una subida de 25 pb por parte del BCE en su próxima reunión de septiembre a menos de un 40%, haciendo retroceder con fuerza al euro. Lo dramático de estas cifras, ya de por sí dramáticas en sí mismas, es que, hasta ahora, el sector servicios era el que había estado sosteniendo la economía frente a un sector manufacturero en completo retroceso, al que parece estar empezando a imitar. Las bolsas capeaban el temporal y lograban mantenerse a flote ante la expectativa de unos menores tipos de interés. Por la tarde conocíamos que la confianza del consumidor de la zona euro descendía de -15.1 a -16, vs -14.5.

Por desgracia, el Reino Unido no lo hacía mejor, y, además de hundirse hasta el 42.5 desde el 45.3 vs 45 en el apartado de fabricación, se precipitaba hasta niveles de contracción con un 48.7 desde 51.5 vs 51.0 en el de servicios, y un 47.9 desde un 50.8 vs 50.4 el compuesto, lo que traía asimismo consigo compras de Gilts, un descenso de la esterlina, y una corrección del tipo terminal de la GBP por parte de los mercados monetarios del 6% al 5.75%.

Los PMI estadounidenses también defraudaban, con una caída al 47 desde el 49 vs 49 en el apartado de fabricación, un 51 desde el 52.3 vs 52.2 en el de servicios y un 50.4 desde el 52 vs 51.5 en el compuesto. Sin embargo, las ventas de vivienda nueva sorprendían con un inesperado aumento del 4.4% desde el anterior retroceso del -2.2%, frente al 0.9% de las encuestas. Los PMIs americanos ahondaban en las compras de bonos, rebajando más aún las rentabilidades, y reforzaban la tesis de una pausa por parte de la FED, para solaz de las bolsas. Todo el mercado está atento a la publicación de los resultados de Nvidia, que ayer alcanzaba su máximo histórico, y los operadores de opciones se posicionaban para un movimiento mayor de lo habitual tras los resultados.

El WTI continúa retrocediendo y hoy se deslizaba hasta los 78 USD por barril. El gas natural europeo llegaba a dejarse un 18% cuando daban comienzo las conversaciones destinadas a intentar evitar la huelga de trabajadores australianos.

Al cierre europeo, las rentabilidades a dos años quedaban de la siguiente forma: Alemania: 2.96% (-11.5 pb)
Francia: 3.21% (-9.7 pb)
Italia: 3.61% (-11.75 pb)

España: 3.31% (-10 pb) Reino Unido: 4.945% (-16 pb) E.E. U.U.: 4.945% (-10 pb)

Y a diez años:

Alemania: 2.52% (-12 pb) Francia: 3.045% (-12.5 pb) Italia: 4.175% (-12.5 pb) España: 3.545% (-12.5 pb) Reino Unido: 4.475% (-16.5 pb) E.E. U.U.: 4.225% (-10 pb)

Al ser mayor el descenso de los rendimientos en el largo plazo, las curvas cogían pendiente.