Powell calma los ánimos

Intermoney | En un escenario complejo para el banco central debido a la resistencia de la inflación y los sólidos datos de la actividad, la reunión del miércoles atraía mucha atención, justo cuando se había empezado a elucubrar incluso con la posibilidad de que la Fed tuviera que endurecer de nuevo su política. Sin embargo, el tono de Powell, aunque cauto, no era más duro que en sus últimas comparecencias, e intentaba disipar la idea de un nuevo movimiento al alza. No perdíamos de ojo en el balance, del cual esperábamos que se anunciara cambios en el ritmo de reducción de este y ahí teníamos algunos de los aspectos más interesantes de la reunión.

Como era de esperar, la Reserva Federal mantenía el tipo de interés objetivo de los fondos federales en el 5,25-5,50% y de nuevo la atención la teníamos que focalizar en el mensaje. Los datos respaldan la idea de una postura más dura, dada la resistencia de la inflación, un mercado laboral sólido que, desde que entramos en 2024, ha creado más de 800.000 puestos de trabajo y un PIB que en los primeros tres meses ha seguido mostrando la fortaleza del consumo. De hecho, la reunión venía en un momento complicado, justo cuando los rendimientos de los bonos del Tesoro subieron a máximos de 2024, con el 2 años traspasando la barrera psicológica del 5% bajo las dudas sobre la capacidad de la Fed para reducir tipos. Incluso vimos cómo los mercados empezaban a aumentar las apuestas de que el siguiente movimiento de la Fed fuera un incremento en las tasas, ascendiendo hasta el 20%.

Sin embargo, el propio Powell quiso dejar claro que es improbable que el próximo movimiento sea al alza. No obstante, en el eje de su declaración se mostraba cierta cautela, advirtiendo de que “en los últimos meses, no se ha producido un mayor progreso hacia el objetivo de inflación del 2%”. Los comentarios de Powell reflejaron un cambio más amplio en el pensamiento en la Fed hacia la retención de los fed funds durante más tiempo, indicando que la barrera para recortar las tasas de interés había aumentado. Es decir, había un muy marcado tono “dovish” en los mensajesRespecto a cuándo se podrían decidir a recortar las tasas, respondía que “Solo puedo decir que cuando tengamos esa confianza, entonces los recortes de tipos estarán dentro del alcance, y no sé exactamente cuándo será eso”. Además, aseguraba que su previsión sigue siendo que la inflación caiga a lo largo del año, aunque en sus propias palabras señalaba que “mi confianza en eso es menor de lo que era”.

Como decimos, el sesgo hacía la flexibilización se mantenía, y el mayor detalle estaba en quitarle al mercado la idea de que la próxima actuación fuera un endurecimiento, ya que necesitaría “pruebas convincentes” de que la política monetaria no es lo suficientemente restrictiva. Respaldando esta postura, Powell destacaba que “la evidencia muestra bastante claramente que la política es restrictiva y está pesando sobre la demanda”, a lo cual añadía una desaceleración en la contratación y una disminución en la proporción de trabajadores que renuncian a sus empleos. De ahí podíamos interpretar se esbozase un escenario interesante en el que la Fed podría recortar si el mercado laboral se debilitara lo suficiente, aunque la inflación se mantenga un poco más resistente. Esto apoya nuestra idea de que el tipo neutral puede estar en un lugar más alto.

En definitiva, veíamos los rendimientos de la deuda retroceder ligeramente tras la reunión, aunque no se trata de grandes movimientos, sino de una reacción neta muy clara y lógica. Los comentarios acerca de que las expectativas de inflación a largo plazo seguían bien ancladas, que era improbable una subida y una reiteración de la opinión de que la inflación se ralentizaría a lo largo del año eran visto por buenos por los inversores, y llevaban al bono a 2 años a caer en casi 10 p.b. hasta el 4,93%, mientras que el 10 años descendía por debajo de la barrera del 4,6%, al igual que también caía el dólar. Los inversores valoran ahora en unos 35 p.b. los recortes en 2024, cuando antes de la reunión esto estaba ligeramente por debajo de 30 p.b.

En lo concerniente al balance, este era uno de los aspectos que más atentos nos tenía puesto que en marzo, Powell apuntó que sería hora de comenzar a desacelerar la liquidación del balance más bien pronto. Así era, y los funcionarios anunciaron planes para reducir el ritmo al que están desprendiendo activos que vencen de su balance a partir de junio. El límite para el retiro de Tesorería se reducirá a 25.000 mill. $ por mes desde 60.000 mill. El comité mantendrá en 35.000 mill. $ el límite mensual de amortización de la deuda de agencias y de los valores respaldados por hipotecas de agencias, y reinvertirá en valores del Tesoro cualquier pago de principal que supere este límite.

Por último, en cuanto a cuestiones sobre el estado de la economía, señalaba como es lógico que el aumento del 3,1% de la demanda interna privada era un mejor indicador de la situación de la economía que la lectura general del +1,6% trim. del PIB. Y es que, aunque los altos tipos han pesado sobre la inversión en vivienda y equipos. Las condiciones de oferta mejoradas han respaldado una demanda resistente y el sólido desempeño de la economía estadounidense en el último año.