Alphavalue/DIVACONS | Una última reflexión sobre las condiciones del mercado de cara a principios de 2025:
El crecimiento del BPA para 2025 se espera que sea del +7%. Sin embargo, hay que tomar esa cifra con cautela por las siguientes razones:
A) Como ocurre con cualquier porcentaje de crecimiento, su fiabilidad depende de la base comparable. En este caso, las expectativas de 2024 se han revisado a la baja repetidamente, por lo que el +7% es el realidad un -3% en comparación con las expectativas iniciales para 2024.
B) El crecimiento depende en gran medida de las farmacéuticas (con énfasis en Novo Nordisk y AstraZeneca) y de una recuperación del sector del lujo. El segundo factor está tan condicionado como como cualquier especulación sobre China.
El PER de 2024 cotiza a 13,8x, lo cual es atractivo. Pero, esperen un momento: sin los sector de bancos, petroleras y compañías de «Metals», nuestra cobertura de AlphaValue cotizaría a 16,7x. Eso está considerablemente por encima del valor nominal, aunque está respaldado por un crecimiento del BPA más fuerte (+9,5%).
Los yields son más importantes que el PER, ya que esto se trata de un flujo de dinero genuino que finalmente termina en los bolsillos. El yield medio de 2025 es actualmente del 3,5%, con dividendos que se pagarán en su mayoría en 2026. Para los dividendos de 2024, que se pagarán en la primavera de 2025, el yield sería del 3,35%. Como recordatorio, esto deja un retorno extra del 1,35% para quienes tengan la suerte de acceder a financiación en los términos de los bonos a 10 años de Alemania. En resumen, no es mucho.
Los yield son destacables en los bancos (6,7% en 2024), petroleras (5,6%) y compañías aseguradoras (5,2%). Pueden aumentar entre un +2% y un +5% gracias a las recompras de acciones. Surge la pregunta de si esta enorme extracción de efectivo conlleva riesgos futuros. Estos tres sectores pagarán 220.000 millones de euros en 2024 o el 40% del dinero redistribuido a los accionistas de las acciones europeas.
En resumen, los europeos se beneficiarán cuando los estadounidenses gasten en inversión tecnológica.
Esto parece ser una situación que perdurará y constituye la conclusión para 2024.