Dennis Shen (Scope Ratings) | Tras el cierre récord de 43 días del Gobierno de EE.UU. —la Casa Blanca aprobó el miércoles una ley para reanudar las operaciones del Gobierno federal—, es probable que se recupere gran parte de la actividad económica perdida en las últimas semanas, ya que los trabajadores federales serán recontratados y recibirán el pago íntegro de sus salarios atrasados. Además, la ley de financiación prohíbe los despidos federales hasta el 30 de enero. No obstante, para entonces también se prevé otro debate sobre el cierre.
Se prevé que el PIB de EEUU del cuarto trimestre se reduzca varias décimas debido al cierre del Gobierno, aunque gran parte de ello debería compensarse con una producción más fuerte en el primer trimestre de 2026, lo que impulsará el crecimiento para el año natural 2026. En concreto, prevemos un crecimiento del 2,4 % para el próximo año, frente al 2,1 % estimado para este año, a pesar del aumento de las amenazas para el crecimiento económico de EE.UU.
Los cierres de corta duración suelen tener efectos económicos limitados, pero este podría dejar una huella duradera debido a su extensión récord. La Oficina Presupuestaria del Congreso estimó recientemente que se podrían perder de forma permanente alrededor de 11.000 millones de dólares en actividad económica.
El cierre de Gobierno se ha sumado a otros retos económicos, como la lentitud en la contratación y la inflación persistentemente elevada. La incertidumbre en torno a la publicación de los datos de empleo y del índice de precios al consumo de octubre añade inseguridad en un momento en que la Reserva Federal ya se enfrenta a una controvertida decisión sobre los tipos de interés en diciembre.
Las interrupciones de operaciones requerirán tiempo para resolverse. Por ejemplo, se espera que las restricciones en los principales aeropuertos se mantengan durante varios días más, tras las cancelaciones de vuelos debido a que los controladores aéreos, sobrecargados de trabajo, no han cobrado sus salarios. Es posible que algunos viajeros no vuelvan a reservar sus vuelos, lo que supondrá una pérdida permanente de negocio.
También es posible que los 42 millones de estadounidenses con bajos ingresos inscritos en el programa de ayuda alimentaria tarden varios días en recibir las prestaciones retrasadas. Incluso quizás algunas de las pérdidas en servicios de restaurantes no se recuperen, ya que la gente renuncia a determinadas compras en lugar de posponerlas, especialmente las de mayor cuantía. Además, el coste del Obamacare sigue sin resolverse, lo que aumenta los riesgos para muchos hogares en 2026.
Más allá de sus efectos macroeconómicos, en última instancia moderados, este cierre de duración récord ejemplifica la creciente polarización política y los retos de gobernanza a los que se enfrenta EE.UU. Scope rebajó el mes pasado el rating de AA a AA-, citando los retos de gobernanza.



