La incertidumbre comercial ha tocado techo, pero hay que actuar con cautela

Paolo Zanghieri

Paolo Zanghieri (Generali Investments) | El inesperado y acelerado acuerdo para rebajar temporalmente la tensión comercial entre China y Estados Unidos demuestra que existe algún tipo de «opción Trump», incluso con un precio de ejercicio más alto de lo esperado. Tras la tregua, revisamos nuestras previsiones de crecimiento para Estados Unidos y la eurozona hasta el 1,6 % (desde el 1 %) y el 1 % (desde el 0,9 %), respectivamente, y hemos reducido de tres a dos los recortes de tipos que aplicará la Fed de aquí a finales de año. En cuanto a la asignación de activos, reforzamos nuestra preferencia por el investment grade, al tiempo que mantenemos una pequeña sobreponderación sobre la renta variable. El pico de incertidumbre ha pasado, y los proteccionistas comerciales ya no parecen tener la sartén por el mango en la administración estadounidense, pero sigue siendo necesaria cierta cautela. 

En primer lugar, la tregua con China es temporal y la pausa del arancel punitivo del «día de la liberación» expira el 8 de julio: esperamos que la pausa se prorrogue hasta que Estados Unidos encuentre un acuerdo con los principales socios comerciales. Esta prórroga, aunque bienvenida, no resolvería por completo la incertidumbre que impide los planes de capex de las empresas. En segundo lugar, el arancel universal del 10% y el del 25% sobre el acero, el aluminio, los automóviles y las piezas de automóvil siguen en vigor, con pocas exenciones, lo que repercutirá en el crecimiento y la inflación. Las autoridades comerciales estadounidenses siguen evaluando las posibles amenazas a la seguridad de las importaciones de semiconductores, productos farmacéuticos, minerales esenciales y aviones comerciales, entre otros, lo que podría desencadenar nuevos aranceles sectoriales.

Por último, el único acuerdo casi cerrado, con el Reino Unido, tiene un alcance muy limitado e incluye disposiciones destinadas a excluir a China de las cadenas de suministro británicas en sectores estratégicos. Pekín se opondría firmemente a que esto se convirtiera en una característica habitual de todos los acuerdos.