Martin Wolburg (Generali AM) | Las últimas noticias confirman nuestra opinión de que, tras una actividad moderada durante el verano, la economía cobrará impulso hacia finales de año. La primera estimación del PIB del tercer trimestre de 2025, del 0,2% intertrimestral, superó las expectativas y mostró un fortalecimiento del crecimiento (desde el 0,1% intertrimestral del segundo trimestre). Hay cada vez más indicios de que la actividad cobrará más impulso en el último trimestre. El PMI compuesto de octubre subió hasta su nivel más alto desde mayo de 2024 y la mejora del flujo de pedidos, junto con el aumento del empleo, sugiere una reactivación de la actividad, un mensaje que también refleja el índice de confianza ESI. Un factor clave de la próxima recuperación es la flexibilización de la política del BCE, ya que las rebajas de tipos anteriores siguen estimulando la actividad. En el cuarto trimestre, el aumento del gasto fiscal alemán comenzará a surtir efecto e impulsará la demanda. Sin embargo, han surgido nuevos obstáculos potenciales.
Las restricciones chinas a las exportaciones de tierras raras o semiconductores a Europa podrían revertir la tímida recuperación de la industria manufacturera, aunque el reciente acuerdo comercial entre Estados Unidos y China reduce este riesgo. Los prolongados problemas políticos en Francia lastran la confianza y aumentan la incertidumbre. No obstante, Francia creció un 0,5% intertrimestral en el tercer trimestre, lo que nos llevó a revisar su previsión de crecimiento al 0,8%/0,9% para 2025/26, incorporando ya el crecimiento por debajo de la media actual; pero, aun así, por ejemplo, una crisis política en toda regla podría acabar lastrando el crecimiento de la zona euro.
Conscientes de los riesgos a la baja, los datos son coherentes con las expectativas de crecimiento del 1,4%/1,3% en 2025/26, por encima del consenso (+0,1/+0,2 pp) y, en el caso de 2025, por encima de nuestra previsión anterior del 1,2%.
El BCE sigue en una buena posición, el ciclo de flexibilización ha terminado
En su reunión del 30 de octubre, el BCE volvió a mantener sin cambios su tipo de interés de referencia y reiteró que se considera en una buena posición. Los últimos datos, como la inflación general del 2,1% interanual en octubre y el crecimiento del PIB en el tercer trimestre, están en línea con las perspectivas macroeconómicas constructivas del BCE. El Consejo de Gobierno es muy consciente de que la inflación caerá por debajo del 2% en 2026. Solo si las proyecciones macroeconómicas actualizadas y ampliadas (hasta 2028) mostraran un descenso significativo también para entonces, cabría esperar una mayor flexibilización. Sin embargo, dado que observamos una recuperación de la actividad y que la inflación se mantiene cerca del objetivo a medio plazo, no vemos necesidad de adoptar nuevas medidas y esperamos que el ciclo de flexibilización haya terminado.



