Christian Schermann (DWS) | Como ya anticipamos, los banqueros centrales reconocieron «algunos avances más» hacia su objetivo de inflación en la reunión de julio del FOMC (Comité Federal de Mercado Abierto) de la Reserva Federal. En contra de algunas expectativas del mercado, no se comprometieron definitivamente a un recorte inminente de los tipos, ya que siguen buscando mayores garantías de un descenso sostenido de las tasas de inflación. En un giro pesimista, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dio algunas pistas durante la conferencia de prensa sobre lo que puede esperarse en el futuro: si los datos entrantes evolucionan en la dirección correcta, una reducción de los tipos de interés podría estar sobre la mesa ya en septiembre, y más adelante, podrían ser posibles múltiples recortes. También reveló que se debatió un recorte de tipos para esta reunión, pero una gran mayoría de los participantes se mostró en contra. Con respecto a los mercados laborales, parece que la preocupación de los banqueros centrales va en aumento, pero la valoración predominante es que todavía se puede lograr un aterrizaje suave.
En general, la dependencia de los datos volvió a ser el tema central de la reunión, pero hubo fuertes indicios de que la postura del FOMC está evolucionando. La continua desinflación observada en los tres últimos meses está ya a la par de los retrocesos experimentados en el primer trimestre del año y la tasa de desempleo se ha movido en los últimos meses. Dada la robustez actual de la actividad económica y el enfriamiento gradual de los mercados laborales, coincidimos en que no era necesario emitir en esta reunión ninguna orientación firme sobre un cambio en los tipos de interés oficiales. Esto adquiere mayor relevancia en la medida en que es posible que los banqueros centrales sigan queriendo evitar cualquier reacción significativa del mercado, como la del último trimestre de 2023, que podría ser contraproducente. Esto puede reflejarse en un presidente de la Fed que se esfuerza por equilibrar su mensaje, incluso en medio de algunos comentarios relativamente moderados. Basándonos en nuestras perspectivas, creemos que un primer recorte de tipos en septiembre sigue siendo una opción viable y esperamos con interés el simposio económico de Jackson Hole de agosto para confirmarlo.