El FMI revisa al alza su previsión de crecimiento para China desde el 4,6% anterior hasta el 5%, equiparándolo con la de las autoridades chinas

China Congreso Anual

Intermoney | Cuando en la reunión de las “Dos Sesiones” el politburó chino estableció un objetivo de crecimiento del 5% uno de los aspectos que comentamos es que resultaba optimista frente a las proyecciones de otras instituciones como el FMI o el Banco Mundial. El miércoles, el FMI revisaba al alza su previsión desde el 4,6% anterior hasta el 5,0%, equiparándolo así con los esquemas de las autoridades chinas y ajustándolos en base a unos datos del PIB del 1tr24 que ya apuntaban en esa dirección. Nos parecen más lógicas estas nuevas previsiones del FMI si tenemos en cuenta no sólo el buen ritmo de crecimiento del primer trimestre, sino el apoyo adicional del gobierno en algunos sectores clave como infraestructuras, así como un mejor comportamiento del comercio exterior. De hecho, hay quien se están subiendo al barco del 5%, puesto que recientemente, entidades como BNP, Goldman Sachs y Citi, habían elevado su previsión de crecimiento hasta ese umbral. En el caso del FMI, su pronóstico de PIB para el próximo año también se revisaba al alza del 4,1% al 4,5%.

Uno de los aspectos que más ha agradado del comportamiento de las autoridades es el cambio de mentalidad en cuanto a no pasarse de frenada con los estímulos, algo con lo que estamos de acuerdo. El FMI señalaba que ha presenciado compensaciones entre apoyar la demanda interna, mitigar los riesgos de inflación y gestionar dinámicas de deuda desfavorables. Todo ello sin un gran estímulo por la parte monetaria, y se recalcó los pasos de política monetaria que el banco central de China ha tomado hasta ahora este año. Eso sí, el organismo también avisa de ciertos riesgos a los que se sigue enfrentando la economía, ya que aunque ven con buenos ojos
la inversión pública, la inversión privada aún es débil, principalmente debido a la debilidad en el sector inmobiliario.

En este sentido, en el comunicado se instaba al Politburó a implantar un paquete de políticas más completo, que incluyera la movilización de recursos del gobierno central para proteger a los compradores de viviendas no terminadas y acelerar la finalización de las viviendas no terminadas y vendidas. Hasta ahora, las medidas aplicadas han estado centradas en despejar el exceso de inventario pero ya hemos visto que esto no está siendo suficiente para reactivar el mercado. También se quería enfocar en un tema candente de la sobrecapacidad del gigante
asiático y la posibilidad de que la afluencia de productos chinos baratos a sus mercados acapare mayores cuotas y exporte deflación a los países occidentales.

En el comunicado se aboga por la reducción de las políticas industriales que aliviarían las presiones de fragmentación, señalando que cuando Estados Unidos, la Unión Europea o China implementa un subsidio, “hemos visto que dentro de los próximos 12 meses, hay un 75% de probabilidad de que el otro país también responda con otro subsidio”. Es esta sobrecapacidad y la deflación lo que también han sido un punto problemático para la economía china en este escenario de baja confianza del consumidor y una demanda débil. La producción sigue por
debajo de su potencial y esto es una presión bajista para el IPC subyacente. Al igual que nosotros, no son muy optimistas en este aspecto, y proyecta que la inflación subyacente promediará el 1% en 2024.