Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | El banco central estadounidense cumplió con los pronósticos y volvió a subir sus tasas de referencia en 75 puntos básicos, hasta el intervalo 2,25% – 2,50%. Además, Powell, en su comparecencia ante los medios, reiteró que la economía estadounidense seguía desacelerándose y que la inflación permanecía a niveles inaceptables, siendo el principal objetivo de la Fed reducirla hasta el objetivo del 2%, algo para lo que tendría que “controlar la demanda para que coincida mejor con una oferta limitada de bienes y mano de obra y para frenar los aumentos de precios y salarios”. Hasta ahí nada nuevo que pudiera, además, animar a los inversores. Quizás la positiva reacción de los mismos fuera consecuencia del hecho de que i) Powell intentó en todo momento evitar hablar de una recesión, y ii) no se mostró determinante sobre el importe de la nueva subida de tipos que llevará el FOMC a cabo en su próxima reunión, que tendrá lugar a finales de septiembre, dejando la puerta abierta a que, si los datos acompañan, esta sea menor que las últimas dos, ambas de tres cuartos de puntos porcentuales. De hecho, los futuros descuentan ahora con una probabilidad del 75% que el FOMC subirá sus tasas en 50 puntos básicos en septiembre y con una del 25% que lo hará en 75 puntos básicos. A partir de ahora, entendemos que será la evolución de la inflación la que determine lo que hará la Fed y, en gran medida, el comportamiento de los mercados financieros occidentales: divisas, renta fija y renta variable.