El índice IFO de confianza empresarial en Alemania se ha elevado en enero en línea con lo esperado hasta los 90,2 puntos desde los 88,6 de diciembre, reflejando unas expectativas ligeramente menos pesimistas, lo cual no ha servido de apoyo a las bolsas.
En la región Asia-Pacífico, los índices han tenido un comportamiento positivo en general. El índice KOSPI surcoreano ha subido un 1,39%, en gran medida impulsado por el optimismo sobre la menor subida de tipos en Estados Unidos, con las empresas tecnológicas liderando el repunte. Subsectores como semiconductores o baterías tienen unas valoraciones muy dependientes de las expectativas de los tipos de interés. Por otro lado, el Nikkei 225 japonés ha subido un 0,35%, marcando cuatro sesiones consecutivas de subidas, hoy beneficiado por los avances en el sector siderúrgico. Finalmente, el índice Shanghai Composite y el Hang Seng hongkonés siguen cerrados por festividad.
La publicación de resultados ha empezado a centrar el interés del mercado en los últimos días. Ayer, tras el cierre de mercado, publicó sus resultados trimestrales Microsoft, que advirtió de una ralentización de las ventas por el enfriamiento de la economía, y AT&T anticipó que esperan una desaceleración en el crecimiento de clientes de telefonía móvil por el aumento de competencia. La decepción de los resultados de Microsoft, y en particular su proyección de menores tasas de crecimiento en el próximo trimestre, ha favorecido el tono negativo de hoy en el sector tecnológico estadounidense. Por el contrario, las compañías tecnológicas europeas no se han visto tan afectadas y han cerrado con descensos moderados.
Hoy EasyJet ha publicado una moderación de sus pérdidas y, gracias a la fortaleza de las reservas para los próximos meses, las acciones han subido más de un 10%. También ha generado optimismo Alstom, que tuvo un aumento de 8% en las ventas de los nueve primeros meses del ejercicio gracias al negocio europeo. Por su parte ASML ha batido las expectativas en la mayoría de métricas, y espera que 2023 sea un buen año. Sin embargo, la exigente valoración ha provocado que las acciones caigan. Boeing sigue registrando pérdidas, pero ha logrado el primer flujo de caja libre positivo desde 2018, gracias a mayores entregas de aeronaves comerciales. Por último, Texas Instruments, uno de los mayores fabricantes de chips del mundo, ha sufrido su primer descenso de ventas desde 2020 y ha aportado una previsión débil.
En Europa, el Eurostoxx 50 ha perdido un 0,12%, deteniendo su tendencia alcista desde el inicio de año. Por su parte, el indicador europeo Stoxx 600 ha retrocedido un 0,29% afectado por los sectores de energía, industria y tecnología, frente al sector de utilities, que ha sido el único en permanecer en positivo.
En España, el IBEX 35 ha caído un 0,11% y sigue sin superar la barrera de los 9.000 puntos. Entre sus componentes, las mayores revalorizaciones se han situado en Rovi (3,38%), Aena (2,84%) y Amadeus (2,42%). En contraste, las mayores caídas se han registrado en BBVA (-2,16%), Telefónica (-1,69%) y Repsol (-1,67%).
Finalmente, en EEUU, al cierre de la sesión europea, el S&P 500 registra un retroceso de 1,01% y el índice tecnológico Nasdaq Composite de un 1,03%. Por otro lado, la Bolsa de Nueva York ha publicado que las grandes oscilaciones de precios y las paradas de negociación que sucedieron ayer en la apertura para cientos de acciones, fue a causa de un error manual.
