Comienza la temporada de resultados: el consenso espera para el S&P 500 un BPA de+3,5% y ventas +11%

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Renta | Apertura plana en las plazas europeas después de las caídas de ayer, con nuevas señales de desaceleración económica y fuertes presiones inflacionistas.

Hoy en el plano macro la atención estará en los precios a la producción de junio en EE.UU. (que previsiblemente se mantendrán tensionados, +10,7%e vs +10,8% anterior), después de un IPC ayer que sorprendió una vez más al alza, marcando un nuevo máximo desde nov-1981 (+9,1% i.a. en tasa general vs +8,8%e y +8,6% anterior) y subyacente moderando menos de lo esperado (+5,9% vs +5,7%e y +6,0% anterior), muy por encima del objetivo del 2%. Aunque el mayor incremento se produce en energía (+40% i.a. vs +34% en mayo) y alimentos, las presiones inflacionistas se extienden a otros bienes y servicios (alquileres, automóviles, servicios médicos, ocio y restauración), y siguen restando poder adquisitivo (salarios reales por hora -3,6% i.a.), presionando con ello el consumo y aumentando los riesgos de recesión.

Tras el dato, es previsible que la Fed intensifique el ritmo de subida de tipos para intentar frenar la demanda y adaptarla a la oferta. El mercado da por segura una subida de +75 pb el 27-julio y concede una probabilidad del 75% de que la subida sea de +100 pb (ayer el Banco de Canadá sorprendió subiendo tipos +100 pb vs +75e), a la vez que descuenta otros +75 pb en septiembre. Sin embargo, lo que también descuenta el mercado es que la Fed podría subir tipos más rápido pero también podría empezar a bajarlos antes (¿tan pronto como 1T23?). La reacción de los mercados: caídas iniciales fuertes en Wall Street para luego moderarse (S&P -0,45%, Nasdaq -0,14%), T-bond hace un camino de ida y vuelta (inicial repunte +13 pb a 3,07% para acabar cayendo -4 pb a 2,93%), mientras la curva ahonda en su inversión (pendiente 2-10 años en su nivel más negativo desde 2000, apuntando a creciente riesgo de recesión) y el dólar, que tras apreciarse por debajo de 1 vs eur, se deprecia posteriormente a 1,01 usd/eur y acabó la sesión sin grandes cambios. Por su parte, el Libro Beige que sirve para preparar la próxima reunión de la FED apuntó a que la actividad crece a un ritmo modesto, aunque con negativas expectativas para el crecimiento futuro.

La pérdida de la paridad del euro vs usd en la sesión de ayer, motivada por la ampliación de diferenciales de tipos a corto plazo EEUU-Europa, generó comentarios de preocupación de Villeroy (miembro del Consejo del BCE) por la presión adicional que imprime a la inflación de la Eurozona. A esto se suma la previsible revisión a la baja hoy de las previsiones de crecimiento de la Comisión Europea ante los riesgos de cortes de energía y la desaceleración de la demanda debido a la elevada inflación: PIB 2022e +2,6% (-0,1pp vs +2,7% en mayo) y 2023e +1,4% (-0,9pp vs +2,3% en mayo). Asimismo, elevará las previsiones de inflación: 2022e +7,6% (+1,5pp vs +6,1% en mayo) y 2023e +4% (+1,3pp vs +2,7% en mayo). Aunque las cifras siguen apuntando a expansión económica, los inversores (encuesta Bloomberg julio) otorga cada vez mayor probabilidad a una recesión en Alemania (55% de probabilidad) y la Eurozona (45% de probabilidad), un incremento significativo frente a niveles del 30% en junio.

En el plano empresarial, hoy comienza la temporada de resultados 2T22 de la banca de inversión en EE. UU. con las cifras de JP Morgan Chase y Morgan Stanley. El consenso descuenta para el 2T, en el caso del S&P500, BPA +3,5% (sin energía -5%, sin financieras +10%) y ventas +11%. Ya se aprecia cierto recorte de previsiones trimestrales, pero el riesgo es aún a la baja. Las guías que puedan aportar las empresas de cara al 2S22 y 2023 serán relevantes para ver hasta qué punto las caídas en cotizaciones han sido excesivas (si el mensaje es moderadamente optimista) o si aún existe riesgo de caída adicional (ante importante riesgo de recesión intensa/duradera).