El BCE en su comunicado, y su presidenta, Christine Lagarde confirman su “hoja de ruta”, que pasa por una subida de medio punto para la reunión de marzo

Sede Frankfurt- Banco Central Europeo

J.J. Fdez-Figares (Link Securities) | El hecho de que tanto el Banco de Inglaterra (BoE) como el BCE cumplieran con las expectativas de los mercados, subiendo sus tasas de interés de referencia en 50 puntos básicos, y se mostraran algo menos agresivos de cara al futuro en materia de política monetaria de lo en principio temido por los inversores, propició ayer un fuerte repunte de los precios de los bonos europeos, que fue secundado por la renta variable de la región, cuyos principales índices cerraron la jornada con fuertes avances. En estos mercados los valores más sensibles a los tipos de interés, como los catalogados como de “crecimiento”, especialmente los tecnológicos, así como los del sector inmobiliario patrimonialista, fueron los que, aprovechando la significativa caída de los rendimientos de los bonos durante la jornada, se revalorizaron con más fuerza, mientras que el sector bancario, que venía haciéndolo muy bien en bolsa las últimas semanas, apoyado en unos muy positivos resultados trimestrales, fue uno de los más penalizados junto al de la energía, cuyos valores volvieron a ceder terreno tras el nuevo descenso del precio del crudo. 

Si bien es cierto que el BCE en su comunicado, y su presidenta, la francesa Christine Lagarde, posteriormente en la rueda de prensa que mantuvo, se mostraron algo menos “agresivos” de lo que lo habían hecho tras la reunión del Consejo de Gobierno de diciembre, también lo es que en los dos casos confirmaron la “hoja de ruta” de la máxima autoridad monetaria de la Eurozona, que pasa por seguir subiendo sus tasas de interés en sus próximas reuniones -confirmaron una subida de medio punto para la de marzo- y por continuar reduciendo su balance, con el objeto de seguir luchando contra la alta inflación, especialmente contra el componente subyacente de la misma, que se mantiene a niveles históricamente altos en la región. Es por ello que no terminamos de entender qué es lo que interpretaron los mercados de bonos ayer y por qué reaccionaron de forma tan positiva. Puede ser una cuestión de expectativas, y que los inversores en estos mercados esperaran un discurso más duro del BCE, ya que no encontramos otra explicación a su comportamiento. 

En Wall Street continuó ayer “la fiesta” de los valores tecnológicos, lo que llevó al Nasdaq Composite a cerrar el día con un alza superior al 3,0%. En esta ocasión fueron los buenos resultados de Meta Platforms (META-US), matriz de Facebook y, sobre todo, la revisión que hizo al alza de sus expectativas de negocio lo que impulsó al alza a todo el sector. Da la sensación que los inversores se están posicionando en los valores que el año pasado fueron más duramente castigados, y lo fueron principalmente porque sus valoraciones eran excesivas teniendo en cuenta la continua revisión a la baja que sufrieron sus expectativas de negocio, por miedo a perder el tren, lo que se conoce como Fear of Missing Out (FOMO), estrategia peligrosa donde las haya, ya que muchas veces perseguir al alza al mercado termina trayendo disgustos. Precisamente ayer, ya con Wall Street cerrado, tres de los grandes valores tecnológicos estadounidenses, Apple (AAPL-US), Alphabet (GOOG-US) y Amazon (AMZN-US) publicaron sus cifras, las cuales, en los dos primeros casos, estuvieron muy por debajo de lo esperado, defraudando a los inversores, mientras que en el caso de la tercera lo que no gustó fue la revisión a la baja de sus expectativas de resultados. Las acciones de las tres compañías cedieron terreno con fuerza en operaciones fuera de hora, lo que viene lastrando esta madrugada el comportamiento de los futuros de los índices estadounidense en los que mantienen una elevada ponderación, como son el caso del S&P 500 y del Nasdaq Composite. 

Esperamos que este hecho también pese hoy cuando abran las bolsas europeas, y que lleve a sus principales índices a abrir la jornada a la baja. Consideramos normal e, incluso saludable, el hecho de que estos mercados se tomen un respiro, algo que tampoco creemos que debería sorprender mucho, sobre todo tras el gran comportamiento que vienen manteniendo desde comienzos de año.  

Decir, además, que la jornada de hoy presenta una agenda macroeconómica muy intensa, en la que destaca la publicación en la Eurozona, sus principales economías, el Reino Unido y EEUU de la lectura final de enero de los índices adelantados de actividad del sector de los servicios, los PMIs servicios y el ISM servicios estadounidense. Cabe recordar que este sector tiene un peso mucho mayor que el de las manufacturas en las economías desarrolladas, por los que mantiene una elevada correlación con la marcha de las mismas. En principio se espera que la actividad en el sector se haya mantenido estable en la Eurozona y haya vuelto a contraerse tanto en el Reino Unido como en EEUU. Igualmente, por la tarde se publicarán en EEUU las cifras de empleo no agrícola del mismo mes. Además de comprobar el ritmo de creación de empleo en el país, que se espera se haya desacelerado con relación a meses precedentes, habrá que estar muy atentos a cómo han evolucionado los ingresos medios por hora de los trabajadores, tanto en términos mensuales como en tasa interanual. El crecimiento de esta variable, que ha venido desacelerándose en los últimos meses, es uno de los factores que más pueden condicionar, para bien o para mal (para los mercados), la política monetaria de la Reserva Federal (Fed), de ahí su relevancia. Veremos si unas “buenas” cifras macro son o no capaces de facilitar que las bolsas occidentales cierren al alza el último día de la semana, semana que hasta el momento ha sido muy positiva para las mismas.