El BCE sigue “negociando” qué hacer cuando en marzo de 2022 finalice el PEPP; todo indica que optarán por adaptar el otro programa de bonos en vigor, el APP

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J.J.Fdez-Figares (Link Securities) | Tal y como adelantamos que podría pasar, a la espera de la publicación hoy en EEUU de la lectura del IPC de noviembre, y tras varias sesiones de alzas, los inversores más cortoplacistas optaron ayer por la prudencia, aprovechando los recientes repuntes de muchos valores para realizar beneficios, lo que llevó a los principales índices de las bolsas europeas y estadounidenses a cerrar con pérdidas, con el Nasdaq Composite liderando las caídas. En este comportamiento de la renta variable occidental también tuvieron mucho que ver unas confusas y, en cierto modo, contradictorias declaraciones de varios funcionarios de la OMS con relación al “riesgo” que para la salud pública representa la variante del Covid-19 bautizada como Ómicron y sobre las medidas “recomendadas” para combatir su propagación. Si a ello unimos que más gobiernos europeos están apostando nuevamente por las restricciones, los inversores no se lo pensaron dos veces y volvieron a optar por reducir algunas de sus posiciones de riesgo. Tanto en las bolsas europeas como en las estadounidenses fueron los valores de corte más defensivo, como los de sanidad, los de alimentación, los de consumo básico, las utilidades y las telecomunicaciones los que mejor se comportaron, con las compañías de corte más cíclico, entre ellas las del sector de la energía, y los valores tecnológicos, con los semiconductores liderando las caídas, los que peor lo hicieron durante la sesión. De este modo se vuelve a cumplir una pauta que venimos destacando en las bolsas últimamente: las continuas y bruscas rotaciones sectoriales, algo que se puede explicar en gran medida por el hecho de que muchos inversores finales, especialmente los institucionales, han dado el año prácticamente por cerrado y están muy poco activos, lo que deja los mercados de renta variable en manos de los traders, inversores éstos que se suelen mover al ritmo que marcan los “teletipos”.  

Esta nueva “huida” del riesgo se dejó notar también ayer en los mercados de bonos, activos que ejercieron como refugio de muchos inversores, lo que propició un incremento de sus precios y la consiguiente caída de sus rendimientos, algo que, sin embrago, no cuadra con el “temor” de los inversores a que los bancos centrales aceleren la retirada de sus estímulos monetarios con el objetivo de contener la elevada inflación. En ese sentido, señalar que ayer varias agencias de noticias filtraron las discusiones que aparentemente se están produciendo en el seno del Consejo de Gobierno del BCE de cara a la reunión del próximo jueves y con relación a los programas de compra de activos. Así, y según las fuentes citadas por estos medios, los miembros del Consejo seguirían “negociando” qué hacer cuando en marzo de 2022 finalice el programa de compras de emergencias para la pandemia (PEPP). Todo parece indicar que optarán por adaptar el otro programa de compras de bonos en vigor, el APP (Asset Purchase Program) para poder mantener unas condiciones de financiación atractivas en la Eurozona. Habrá que esperar a la semana que viene para comprobar si esta hipótesis es o no correcta. No obstante, el BCE sabe que “sin su apoyo” muchos países de la región, especialmente del sur de la misma, con España a la cabeza, lo van a tener muy complicado para poder financiar sus abultados déficits públicos como consecuencia de su elevado nivel de endeudamiento.  

Hoy esperamos que las bolsas europeas abran a la baja, siguiendo la estela dejada ayer por Wall Street y esta madrugada por los principales índices bursátiles asiáticos, índices que han ido de más a menos durante su sesión. Así, y a la espera de que se publique esta tarde el IPC estadounidense del mes de noviembre, cuya tasa de crecimiento interanual se espera que repunte hasta el 6,7% desde el 6,2% de octubre, lo que supondría alcanzar su nivel más alto en más de 40 años, creemos que los inversores apostarán nuevamente por la prudencia, manteniéndose muchos de ellos al margen del mercado hasta entonces. Una lectura de la inflación estadounidense más benigna de lo esperado por el mercado podría hacer que las bolsas se girasen al alza por la tarde, para cerrar la semana con buen tono. En sentido contrario, si la inflación se sitúa por encima de las proyecciones manejadas por el consenso de analistas, es muy probable que se aceleren las ventas en las bolsas europeas y estadounidenses durante las últimas horas de la jornada.